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En el CAR de Sant Cugat ya se vuelve a hablar de Tokio

En el CAR de Sant Cugat ya se vuelve a hablar de Tokio
En el CAR de Sant Cugat ya se vuelve a hablar de Tokio
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura

Barcelona, 15 jun (EFE).- Los rostros sonrientes de los deportistas en el CAR de Sant Cugat son la demostración de que los peores días para ellos han pasado y, junto con sus entrenadores, ya empiezan a centrarse en el futuro, que les depara la vuelta a la competición que en el horizonte tiene los Juegos Olímpicos de Tokio del próximo verano.

"En la primera semana empecé a dar vueltas por la pista de atletismo, en la segunda pude acudir al gimnasio pequeño y en la tercera ya he podido hacer uso de este gimnasio grande, más equipado. Poco a poco vamos recuperando las rutinas", explica sonriente a EFE Jesús Ángel García Bragado entre ejercicio y ejercicio.

El marchista siete veces olímpico admite que durante la vuelta a la rutina ha notado el cuerpo "más oxidado de lo habitual", pero que no le preocupa "porque aún queda un año para los Juegos y hay tiempo suficiente para ponerse en forma".

En cualquier caso, le resulta "un poco extraño estar en estas fechas del año" como si estuviera empezando la temporada, cuando es un momento en el que los atletas acostumbran "a llegar a su máximo nivel para las competiciones de verano".

También esbozan una sonrisa en la pista de atletismo del CAR Aleix y Laura Heredia, los hermanos pentatletas de Santa Coloma de Cervelló que tienen entre ceja y ceja el sueño de Tokio.

"La vuelta no se ha hecho dura a nivel físico, porque durante el confinamiento hemos entrenado con motivación, y ahora la tenemos que mantener a pesar de la incertidumbre de cuándo volverán las competiciones", dice Laura, subcampeona del mundo júnior.

En el pentatlón moderno, las primeras competiciones podrían tener lugar en septiembre, pero aún no hay confirmación oficial. "El confinamiento nos ha hecho más daño a nivel psicológico que físico. Nosotros en casa hemos tenido material facilitado por nuestros patrocinadores que nos ha permitido trabajar en condiciones. Pero hemos echado en falta tener un entrenador al lado", admite Aleix, miembro del equipo olímpico español desde 2010.

Pero si hay unos deportistas que han vivido la vuelta al CAR de Sant Cugat con la emoción de un niño con zapatos nuevos han sido los pertenecientes a los deportes acuáticos.

La gran mayoría de ellos no habían estado tanto tiempo sin tocar agua desde que empezaron a nadar siendo unos críos. Por eso, ahora es importante llevar a cabo un regreso controlado con el objetivo de evitar lesiones.

"En cuanto a la condición física han empezado bastante bien, pero el trabajo tiene que ser progresivo. Han vuelto con mucha ilusión y hay que frenarlos un poquito después de nueve semanas sin tocar agua", explica Jaume Marcé, entrenador del equipo de natación paralímpica.

"Ahora hay que marcarse objetivos a corto plazo que repercutan en el rendimiento del entrenamiento para poder convivir con la incertidumbre de cuándo volverá la competición. Los deportistas tienen claro que tienen que ir subiendo peldaño a peldaño para no quedarse atrás. La preparación para los Juegos de Tokio empieza ahora, no cuando se sepa seguro que se van a celebrar", añade.

También Luis Martínez, entrenador de la Federación Catalana de Natación, es consciente de la particularidad de estos tiempos: "Durante las primeras semanas después del regreso no ha sido difícil motivar a los nadadores, porque había muchas ganas de volver pero, a medida que va pasando el tiempo, sí que la Federación está empezando a hacer esfuerzos para activar lo antes posible las competiciones".

En natación, las primeras después del estado de alarma podrían celebrarse en agosto. De todas formas, Martínez asegura que el retorno a la competición "no es algo que ahora preocupe demasiado", porque el momento ya se ve relativamente cerca y antes los deportistas aún tienen que hacer un trabajo "para acercarse al nivel de antes del confinamiento".

Martínez explica que cada nadador "ha vivido de una manera muy particular" la experiencia de estar alejado de la piscina, contratiempo al que se le han unido otros factores.

"Han convergido la incertidumbre de cuándo podrían volver a entrenar con la de cómo podrían tirar adelante sus carreras académicas, además del sufrimiento por la salud de sus familiares. Ha habido muchos factores que han afectado al estado de ánimo de cada uno de nuestros nadadores", sentencia.

Sergi Escudero.

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