La selección española de balonmano femenino inicia este miércoles en Antequera su camino hacia el Campeonato de Europa que se disputará el próximo año en Eslovenia, Macedonia y Montenegro, y lo hace en el primer encuentro clasificatorio que le medirá a Eslovaquia.
El seleccionador nacional, José Ignacio Prades, que se estrena en un cargo en el que sustituye a Carlos Viver, ha incorporado cinco novedades en la convocatoria de jugadoras con respecto a la de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Silvia Arderius, Irene Espínola y Carmen Campos, en la primera línea, Maitane Etxeberria en el extremo derecho y Lysa Tchaptchet en el pivote son las cinco caras nuevas que se verán en Málaga, mientras que en el antequerano Pabellón Fernando Argüelles habrá tres jugadoras del Costa del Sol malagueño, la portera Merche Castellanos, la primera línea Silvia Arderius y la extremo Sole López, que ejercerán de anfitrionas con sus compañeras.
Prades ha reconocido, en declaraciones facilitadas por la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM), que "elaborar esta convocatoria ha sido complicado" porque tienen "gente que ha jugado poco y que arrastra problemas físicos".
El seleccionador, por ello, ha señalado que han optado por jugadoras que "ya han debutado y que conocen la dinámica del equipo".
Prades, sobre el doble compromiso de las Guerreras en esta semana, ya que el próximo domingo jugarán frente a Portugal a domicilio, ha destacado que no deben fiarse de estos dos equipos pese a que no estén "acostumbrados a estar en grandes eventos".
"Ambos son equipos al alza", ha subrayado el seleccionador español del balonmano femenino.
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