Estadio Deportivo5 min lecturaLeón, 23 ene (EFE).- Sabina Asenjo, plusmarquista española de lanzamiento de disco y olímpica en Río de Janeiro 2016, ha reclamado, en entrevista concedida a Efe, un mayor apoyo hacia las deportistas, en su caso de alta competición, que optaron por hacer un parón para la maternidad, con la intención de recuperar posteriormente su carrera deportiva.
La veterana discóbola, de 35 años, hizo un parón en su trayectoria de más de veinte años en el atletismo y, después de trasladarse, por motivos familiares, a Masterton (Nueva Zelanda), optó por la maternidad, fruto de la cual nacieron Martín y Tristán.
Desde su punto de vista no existe aún equiparación entre los deportistas masculinos y femeninos que hacen un paréntesis en su vida deportiva para ser padres o madres, "y aunque en las pistas nunca percibí esa desigualdad de sexos en el deporte -precisó-, ahora si lo he comprobado ya que te faltan ayudas y apoyos para que puedas replantearte el querer retomar la actividad".
Después de retirarse temporalmente y sin fecha de retorno en abril de 2019 alegando falta de motivación, la pandemia y la vuelta a España en mayo del pasado año le llevó a retomar, también empujada por su entrenador, el exmedallista olímpico en lanzamiento de peso Manuel Martínez, para volver a entrenar.
La disponibilidad en su residencia actual en la pequeña localidad berciana, donde da nombre a su pabellón deportivo, al disponer de un gimnasio, le hizo iniciar la preparación física, luego complementada con el traslado, dos veces por semana, al Centro de Alto Rendimiento (CAR) de León, para poner a punto el resto de la preparación técnica.
Asenjo es consciente de que se encuentra "quizá oxidada después de tanto tiempo ausente, sobre todo en el plano físico, pero los conceptos técnicos no se pierden y eso facilita una más rápida adaptación", recalca.
Sin embargo, a las indiscutibles consecuencias que implican en el cuerpo de una deportista de alto nivel el paso por la maternidad, hay que añadir también el apartado psicológico, junto a la menor disponibilidad de ayudas de toda índole, según la atleta leonesa.
Todo ello no ha impedido que Asenjo se encuentre en estos momentos, pese a la complicada conciliación, "con la misma ilusión que cuando empezaba en el atletismo, aunque desde un punto de vista diferente, porque las perspectivas no son las mismas, ni tampoco las prioridades y ahora se practica el deporte, aunque sea de alto nivel, saboreando más cada momento".
Este fin de semana se estrenaba en competición, en la segunda jornada de la liga autonómica de Castilla y León en el CAR de León logrando una segunda plaza, solo por detrás de la actual campeona de España, June Kintana lo que le hace concebir "esperanzas de poder volver a ser competitiva", comenta.
De momento aplica el dicho de "competición a competición y día a día, sin más objetivos, ni pretensiones, solo ver cómo voy respondiendo después de tanta inactividad competitiva, pero sin generarse expectativas ni presiones añadidas".
Uno de sus grandes sueños en esta vuelta después de un trienio es que sus dos niños puedan tener un recuerdo de su madre compitiendo "porque es lo más hermoso y lo que mayor ilusión me produce", afirma una todavía plusmarquista nacional que tiene en el horizonte otro sueño, quizá inconfesable, el poder luchar por volver a ser olímpica en París 2024.
En todo caso, es consciente de la dificultad que entrañará, dadas las mínimas exigidas para la cita olímpica y que le obligarían a estar cerca de su mejor registro nacional superando los 61 metros cuando en su vuelta lanzara poco más de 45, pero eso no le impide intentar emular a otras deportistas que, después de su maternidad, recuperaron buena parte del terreno perdido.