MOMENTO MUJER NATACIÓN

África Zamorano, tras la estela de Mireia Belmonte y Jessica Vall

África Zamorano, tras la estela de Mireia Belmonte y Jessica Vall
África Zamorano, tras la estela de Mireia Belmonte y Jessica Vall
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 6 min lectura

Barcelona, 24 jun (EFE).- África Zamorano (Barcelona, 1998) no se cansa de firmar autógrafos y hacerse fotos con niños de su club, el CN Sant Andreu, después de participar en el Torneo Mare Nostrum, una de las grandes citas de la natación mundial antes de los campeonatos importantes de verano donde se reúnen las mejores del mundo.

Ha nadado más rápido en los 200 libres que una de las estrellas de la natación mundial, la húngara Katinka Hosszú, le informa el periodista. Primera noticia que tiene de ello.

"Puede ser. No me fijo en eso porque voy a mi aire siempre. Mi juez es un cronómetro y por suerte o por desgracia, los números son lo que importa en nuestro deporte", dice la nadadora a Efe con una sonrisa que pocas veces le abandona.

África Zamorano es una de las últimas grandes figuras de la floreciente natación femenina española. La nadadora barcelonesa sigue, como tantas otras, el camino marcado por Mireia Belmonte y su compañera de entrenamientos, Jessica Vall, a la que considera su "referente y una hermana mayor". "Me veo reflejada en ella", dice.

En 2014 su nombre saltó a la palestra tras ganar los 200 y los 400 estilos en los Europeos júnior de Dordrecht (Países Bajos) y un año después logró el bronce en los 400 estilos de los Mundiales júnior de Singapur.

En 2016 cumplió el sueño de todo deportista, competir en los Juegos Olímpicos. Acabó vigésima cuarta en los 200 estilos y vigésima quinta en los 200 espalda, además de decimosexta con el relevo 4x200 libres.

Zamorano no se para en exceso a reflexionar sobre el porqué del gran momento de la natación femenina en España. "Va a épocas", responde para salir del paso, aunque destaca el papel que ha tenido Mireia Belmonte y Jessica Vall para que se empieza a hablar de las nadadoras.

"Actualmente se está potenciando más el deporte femenino y me gusta que las referentes sean mujeres en lugar de hombres. Me llena de satisfacción y de orgullo formar parte de esta generación y poder decir: Tío, las tías también estamos aquí", reivindica la nadadora.

El despertador de África Zamorano suena cada día a las cinco de la mañana para comenzar una jornada maratoniana de natación y estudios. Este año comenzó primero de Enfermería en la Universidad Autónoma de Barcelona, a la que se traslada en tren desde Barcelona cada mañana.

Se lanza a la piscina Pere Serrat a las seis en punto para realizar la primera sesión del día, hasta las ocho o las ocho y media de la mañana.

La segunda comenzará, previo paso por las aulas universitarias, a las tres menos cuarto y finalizará a las siete la tarde. A las once de la noche se apaga la luz de su habitación.

"Nunca he calculado los kilómetros que nado a lo largo de la temporada pero son muchos. No me aburre el entrenamiento. Me lo paso bien y disfruto de ello. Ya está", comenta Zamorano.

Como tantas otras nadadoras, África Zamorano llegó a este deporte por casualidad. Sus padres la apuntaron a natación dentro de las actividades extraescolares. Podría haber sido amazona, bailarina o músico -las otras actividades a las que fue inscrita- pero "destaqué y empecé a ganar medallas" y ya no salió del agua.

Con toda una carrera por delante, África Zamorano se motiva "con cada pasito" que le toca dar cada temporada. El de este año ha sido lograr la mínima en los 200 espalda y los 200 libres para los Europeos de Glasgow y ahora compite en los Juegos del Mediterráneo que se celebran en Tarragona.

"Cada pasito que tengo que dar me da motivación, ganas de seguir entrenando duro y convencerme de que todo esto merece la pena. Es un deporte muy duro y conseguir cumplir los retos te motiva", reconoce la nadadora.

La sonrisa se le borra pocas veces del rostro a África Zamorano. Una de ellas es cuando atiende al análisis que le pide a su entrenador, Jordi Jou, de la final de los 200 libres del Trofeo Mare Nostrum, en la que ha nadado un segundo por encima del tiempo de la serie clasificatoria de la mañana. El enfado le durará "muy poco"

"Es cierto que en ese momento -tras no cumplir con el objetivo- estás cabreada porque no te ha salido la carrera como habías planeado, pero a mí me resulta fácil que se me olviden las cosas, y creo que por eso se me da bien la natación. No me quedaré estancada", reflexiona.

En un deporte donde el componente psicológico es fundamental, África Zamorano cree que su carácter extrovertido le "ayuda", aunque considera que es un deporte abierto a cualquier tipo de persona.

"El nadador que es introvertido también le puede sacar mucho partido porque es un deporte en el que piensas en ti mismo mucho. Si quieres puedes relacionarte pero si no, te evades y nadas para ti. La natación es un deporte para gente completa y de maneras de ser diferentes", concluye.

Andrés del Castillo

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