NATACIÓN

Alberto Lorente, el Spiderman solidario que bate récords a contracorriente

Alberto Lorente, el Spiderman solidario que bate récords a contracorriente
Alberto Lorente, el Spiderman solidario que bate récords a contracorriente - Carlos Mateos Gil
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La expresión 'nadar a contracorriente' indica por lo general una dificultad que pasa a convertirse en gesta si se lleva a cabo literalmente y durante treinta horas, nuevo récord del mundo establecido por el español Alberto Lorente.

Aficionado a superar los límites, este nadador de larga distancia no dudó en tirarse a la piscina para desafiar las leyes de la lógica e inscribir su nombre en los libros de récords superando en cinco horas el anterior registro.

"El mismo día estaba bastante aturdido, bastante mareado. Luego me dio un bajón. En ese momento no estás. Ahora que la noticia va saliendo ya en algún medio y que el trofeo que lo acredita está al lado de mi cama, me doy más cuenta de la dimensión que va cogiendo esto. Estoy muy contento", explicó a EFE.

No es para menos si se tiene en cuenta que Lorente ha llevado su cuerpo al máximo para lograr un objetivo que muchos verían imposible: "A nivel muscular ha tenido algunas consecuencias en los hombros y las cervicales por el chorro de la turbina, ya que tienes que hacer fuerza contra ella. Las manos aún las tengo agrietadas y los diez nudillos, morados".

"Acabaron muy afectadas porque la turbina no deja de escupir un chorro con fuerza y todo el rato me daba en ellas. Para los sanitarios fue un rollo, ni los de la Cruz Roja ni los del hospital me podían pinchar azúcar en las manos porque se doblaba la aguja de lo encartonadas que las tenía. Tuvieron que ponerme el típico saco que se rompe y te da calor hasta que volvieron en sí poco a poco", señaló.

Luego está, por supuesto, la barrera mental: "Intentaba desconectar un poco de todo porque al nadar estáticamente no te entretienes con nada. Me puse música pero con el ruido de la turbina tampoco me permitía entretenerme. Era un poco intentar estar tranquilo, evadirse, intentar no pensar dónde estaba".

"Si me paraba a pensar en eso, en el dolor de las manos o del cuello, me salía directamente. Intenté relajarme, estar tranquilo. Tuve un par de malas pasadas por la noche porque el cuerpo está acostumbrado a dormir de noche y al estar tan relajado, te duermes nadando", comentó.

En ese sentido reconoció que mantener la consciencia no es tarea sencilla: "La cabeza se me fue a las dos de la mañana cuando se me juntó con el sueño. Y a las seis y media de la mañana me dio otro bajón de sueño que me dormía en el agua y tenía que intentar yo mismo dar balanceos a mi cabeza porque, si no, no me despertaba".

"Venimos de tres meses con el estado de alarma y apenas he podido entrenar físicamente. He intentado entrenar en casa con gomas, hacer un trabajo en seco. Pero por ejemplo no podía entrenar de noche. Cuando he hecho alguna otra locura, como nadar 24 horas, iba a la playa de madrugada y entrenaba al anochecer o al amanecer. Pero esta vez iba sin trabajar esa parte y se ha hecho dura", agregó.

Sin duda una hazaña admirable que lo es más cuando se descubre que lleva aparejados fines solidarios y que ha encontrado la inspiración en lo que ha visto en la casa Ronald McDonald de Barcelona, a donde acude junto a un grupo de amigos que se disfrazan de superhéroes para animar a los niños. Él es Spiderman.

"Estos días, durante el estado de alarma, yo les llamaba por teléfono para preguntarles por su situación y las familias me decían que era un rollo porque estaban encerradas en las habitaciones al ser personas de alto riesgo, mientras los críos seguían con los tratamientos", apuntó.

"Pensé que era un trabajo mental enorme para ellos estar tres meses encerrados en las habitaciones y que iba a dar sentido a mis brazadas con un reto que supusiera otra batalla mental. Se me ocurrió un nado estático, me informé un poquito y pensé en esto. Salió un poquito con esa lucha mental que ellos tenían", añadió.

Pese a todo, la lista de retos nunca está completa y ya aparecen algunos nuevos en el horizonte: "Este mes tenía que haber hecho Mallorca-Barcelona, unir las Baleares con la Península desde la isla de Mallorca, y se tuvo que suspender. En septiembre ya estaba registrado para intentar nadar en 12 horas, 51 kilómetros en una piscina de 50 metros".

"Pero salió este reto, que ha dado mucha visibilidad, y es lo importante. Queda pendiente, seguramente para el año que viene, hacer el de Mallorca y alguna cosita más. Estos días ya me han estado escribiendo y me han hablado desde alguna concejalía y algún ayuntamiento para que vaya. Seguramente saldrán más cosas", indicó.

 

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