Kolesnikov vuelve a acapar los focos con un nuevo récord mundial

El ruso Kliment Kolesnikov volvió a acaparar todos los focos en los Europeos de natación que se disputan en Budapest al rebajar este martes el récord del mundo de los 50 espalda que él mismo estableció en la jornada del lunes.

Si en las semifinales Kolesnikov se convirtió en el primer hombre en la historia en bajar de los 24 segundos tras firmar un crono de 23.93, este martes, en la final, el nadador ruso volvió a desafiar los límites al nadar en 23.80.

Una marca que permitió al moscovita revalidar el título de campeón de Europa que ya logró en 2018 en Glasgow, donde Kolesnikov también adornó el oro con una nueva plusmarca mundial -24.00-.

Ese tiempo obligó al resto de sus rivales a tener que conformarse con pelear por las dos últimas plazas de podio, que finalmente fueron para el rumano Robert Glinta, plata con un tiempo de 24.42, y el español Hugo González, que se colgó el bronce con un crono de 24.47 segundos.

Un metal que supuso la primera medalla de oro en una gran competición internacional absoluta para el nadador español, que parece haber alcanzado, por fin, la madurez necesaria para refrendar los éxitos que alcanzó durante su etapa júnior.

Pero la voracidad de Kolesnikov, que contribuyó el lunes decisivamente al triunfo del cuarteto ruso en el relevo 4x100, no se limita sólo a las pruebas de espalda, como demostró con su clasificación para la final de los 100 libre.

Una prueba en la que el ruso partirá con la tercera mejor marca de todos los finalistas, tras reservarse en unas semifinales que disputó apenas cuarenta minutos antes que la final de los 50 espalda.

Quien no pudo reservarse fue el británico Adam Peaty, que debió emplearse a fondo para conquistar su cuarto título consecutivo de campeón de Europa de los 100 braza.

Y es que el plusmarquista mundial comienza a encontrar resistencia a su abrumador dominio en figuras como el neerlandés Arno Kaminga, el bielorruso Ilya Shymanovich o su compatriota James Wilby.

Una competencia que llevó a Peaty a nadar por momentos por debajo de su récord del mundo, aunque al final el británico no necesitó llegar a su tope para colgarse el oro con un tiempo de 57.66 segundos.

Acabó con 44 centésimas menos que el neerlandés Kaminga, plata con un crono de 58.10, y 92 menos que el también británico Wilby, que se alzó con el bronce con una marca de 58.58.

Si en la categoría masculina Kolesnikov y Peaty revalidaron sus títulos continentales, en la femenina la italiana Simona Quadarella demostró que quiere volver a coronarse como ?reina? del fondo, tal y como hizo en los Europeos de Glasgow.

La nadadora italiana sumó su segundo oro consecutivo en la prueba de los 800 libre, tras imponerse este martes en la final con un tiempo de 8:20.23 minutos a las rusas Anastasia Kirpichnikova, plata (8:21.26), y Anna Egorova, bronce (8:26.56).

Mucho más reñida estuvo la final de los 100 mariposa, en la que la griega Anna Ntountounaki y la francesa Marie Wettel compitieron el oro, tras firmar ambas un crono de 57.37. Diecinueve centésimas menos que la sueca Louise Hansson, que partía con el mejor tiempo de todas las finalistas, y que tuvo que conformarse finalmente con el bronce con un registro de 57.56 segundos.

Por su parte, la neerlandesa Ranomi Kromowidjojo demostró que a sus casi 31 años sigue siendo una de las mujeres más rápidas del mundo. Se colgó, con un tiempo de 23.97, el oro en la final de los 50 libre por delante de la campeona olímpica, la danesa Pernille Blume, plata con un crono de 24.17.

Completó la nómina de ganadores el equipo británico, que se alzó con el oro en la prueba mixta de relevos de 4x200 con una marca de 7:26.67 por delante de Italia, plata con un crono de 7:29.35, y Rusia, bronce con un tiempo de 7:31.54.