Para la
Sevilla blanquirroja hoy no es un jueves de Feria cualquiera. Hoy el Sevilla se juega la clasificación para las
semifinales de la
Europa League. Se juega su Copa, la que ha levantado tres veces. Muchos sevillistas recordarán hoy aquel
27 de abril de 2006, aquella noche, aquel el zurdazo de
Antonio Puerta que dio paso a toda una etapa de éxitos deportivos que todavía hoy sigue abierta. Sin embargo, sólo hay una coincidencia con aquel día: es
jueves de Feria.
Enfrente no estará el
Schalke, sino el
Zenit, un rival con mucho más potencial; además, el partido de juega en la fría
San Petersburgo y no en el caliente Sánchez Pizjuán, también que el pase no es a una finalísima pero casi, aunque lo más importante. Y sobre todo, que no está su protagonista, la
Zurda de Diamantes. Todos estos factores harán que la hazaña del Sevilla pueda ser mucho más grande, sabrosa y loable de regresar a la capital hispalense victoriosos.
Emery y los suyos han sabido transformar lo negativo en positivo. Hacer de las adversidades una ventaja, y con ella jugarán en el
Petrovsky Stadium. Como lo hicieron en el
Borussia Park o en
El Madrigal, yendo a por el partido desde el minuto uno o incluso antes. A no especular con el resultado y a jugar de tú a tú a un rival que
le triplica en presupuesto. No será fácil, por supuesto, porque a estas alturas de campeonato no hay partido asequible.
Por si acaso se les olvidaba a los jugadores, el martes se encargó la afición de recordárselo a las puertas del aeropuerto
San Pablo:
"Vamos pa´lante chicos de Nervión". No hacen falta más palabras ni discursos cuando el futbolista sabe lo que está en juego, y el Sevilla lo sabe, porque no es nuevo en estas lides. ¡Ah! Se me olvidaba la coincidencia más importante del jueves de Feria, que haya celebración y se alargue hasta altas horas de la madrugada en el Real.