Dos de los muchos nombres que han sonado para reforzar la delantera del Sevilla la próxima temporada están cerca de comprometerse con otros equipos.
Riki, a quien el propio Unai Emery incluyó en la agenda nervionense, se despidió ayer entre lágrimas del Deportivo; entre noticias que apuntan a que habría sucumbido a la llamada de los pretodólares y su futuro está en la liga de Qatar.
Otro que parece escaparse es Amido Baldé, del Vitoria de Guimaraes, quien ultima las negociaciones con el Celtic escocés. Según la prensa lusa, la operación se cerraría por millón y medio.