Monchi: "Perdí los nervios, grité y me abracé a todo lo que podía"

Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi, subdirector general deportivo del Sevilla, no se perdió la cita de ayer en Mestalla, tras el gol de M'Bia disfrutó y lo celebró como un sevillista más. Después de un animado viaje de vuelta y ya descansado, recordaba el momento del gol nervionense. "Estaba en el palco, donde hay que guardar la compostura, pero perdí los nervios y me abracé a todo lo que podía abrazarme. Me puse a gritar y así hasta que pitó el árbitro. Imagino que quien me vio comprendería mi situación, porque cuando el Valencia marcaba yo comprendí también esa euforia. Estaba sentado junto a José María del Nido Carrasco y le comentaba ya en el descuento la oportunidad que se nos iba de las manos, algo muy duro después de pelear tanto desde el 1 de agosto. Afortunadamente el destino y la fe nos devolvieron la alegría y lo que era una pena tremenda acabó en alegría multiplicada por infinito. Hemos visto goles de Palop, Antonio Puerta e incluso el de Rodri en Almería. Hay muchos momentos de esos que cuando te tocan vivirlo son un tesoro, y que al revés duelen mucho", indicó a la radio oficial del club.


Sin duda, Monchi cree que ese gol vino fruto del trabajo colectivo y de no rendirse hasta el último segundo: "Normalmente piensas en lo duro que ha sido todo e intentas recuperar todo ese tiempo de sufrimiento para condensarlo en alegría. Me acuerdo de mi padre, porque todo lo que soy a nivel humano se lo debo a él. Condensas esos mágicos segundos con los momentos difíciles a nivel colectivo y personal, porque seguro que con motivos, he tenido críticas pues ha habido momentos en los que mi trabajo no tuvo el resultado esperado. Esos momentos duros me han servido para recuperarme y volver a conseguir objetivos, quizás incluso antes de lo esperado".


Como muchos sevillistas, ha conciliado poco el sueño: "He dormido poco porque estaba muy cansado y porque quieres aguantar despierto para seguir deleitándote con las imágenes vividas en el campo, en el avión y luego en el estadio. Me he levantado pronto porque esto sigue, pero bendito sea ese insomnio".


Evidentemente, tras el pitido final, Monchi corrió a bajar a los vestuarios para estar con los jugadores: "Me encontré un grupo unido, contento y que celebraba una victoria valorando lo conseguido. Si de algo puedo estar orgulloso en la parte que me corresponde junto a mis técnicos, es de haber conformado un buen grupo humano. Las cualidades futbolísticas son objetivas, pero las otras son difíciles de encontrar. Es un grupo identificado con la lucha por este escudo, y nunca me había encontrado un vestuario con tantas ganas de cantar el himno. Eso denota la identificación con unos colores".


Todo un éxito con una plantilla en pleno crecimiento. "Sabíamos que la plantilla era joven y que podía ser inexperta porque no estaba acostumbrada a estas lides, pero con la labor del cuerpo técnico se ha ido acelerando la adaptación y se han acortado los plazos para obtener una plantilla muy competitiva", aseveró.


En la final, el Benfica: "Las finales están para ganarlas, sabiendo que tenemos enfrente a un histórico acostumbrado a pelear por cosas importantes. Vamos a dar ese último paso para intentar darle otra alegría a la gente. Ahora apartamos un poco el tema para intentar asentar la quinta plaza, mirando con el rabillo del ojo a Turín, porque quizás la perspectiva no nos deja verlo, pero es algo muy grande. Nos queda dar un pasito más y alcanzar la décima final, que sería la Supercopa".


A Monchi se le vio con la camiseta de Jairo durante la celebración, el cántabro no estará en la final de Turín por sanción, y el dirigente nervionense explicó el porqué de esa camiseta: "Me la puse sin saber lo de la tarjeta, así que no era un homenaje por eso, sino que quería ponerme la de alguien que no fuese actor principal. Habría sido lógico ponerse la de Bacca o M'Bia, pero quería hacer un homenaje al vestuario y buscaba la de Jairo o Trochowski, que tienen un papel menos importante pero son fundamentales. A Jairo le tengo mucho cariño y de ahí ese homenaje silencioso".