No sólo a los oídos de los jugadores del
Sevilla han llegado cantos de sirena por una temporada tras el recuerdo. En el caso de Unai
Emery, la tentación vestía de ‘
rossonero’. El
Milan le hizo “reflexionar”, pero por su mente no pasó abandonar el club con el que conquistó su primer título como entrenador. “Tenía apalabrada la continuidad en el
Sevilla y faltaban los detalles. En medio te llaman equipos. Yo no estaba en el mercado, pero llega un equipo importante y es verdad que lo piensas, lo hablas con gente cercana, con
Monchi, con el presidente y te hace reflexionar. Pero en mi mente no salió dejar el
Sevilla. Así que retomé las conversaciones y estoy contento”, contaba ayer el entrenador vasco en el programa ‘Espacio Reservado’ de Canal +.
Y es que
Unai Emery se encuentra muy a gusto en
Nervión, donde desde el principio quiso iniciar un ciclo largo: “Cuando firmé por el
Sevilla me planteaban seis meses. Y comenté tengo equipos interesados en un proceso y quiero seis meses y un año más con vosotros”.
Pese al éxito que supuso la conquista de la
Europa League, el camino durante la temporada no ha sido fácil para el
Sevilla. “Las dudas aparecen cuando somos últimos, porque de Mestalla salimos últimos.
Del Nido y Monchi me transmitieron confianza y el día de la semifinal en Mestalla lo recordamos cuando llegamos. En el vestuario recordamos constantemente que la felicidad no está en la final sino en el camino”, subrayaba el técnico, que considera que todo se empezó a forjar en la campaña anterior. “Para mí el periplo de esta temporada no empezó el 4 de julio, sino en enero de 2013. En ese proceso, el equipo llevaba dos años sin estar en Europa, estaba depresivo, pero ha sido maravilloso por la progresión a través del trabajo de los jugadores y del cuerpo técnico”, indicó el preparador.
Obseso del fútbol, para
Emery el camino del éxito está trazado a través de la “dedicación y el trabajo” diarios. “Mi éxito lo relaciono mucho con mi pasión. Hay dos tipos de entrenadores. Uno es el que ha sido algo importante en el fútbol y tiene una credibilidad por ello. Y luego los que somos de perfil más bajo, que necesitamos asentar nuestra credibilidad sobre los resultados. Y mis resultados están cimentados en la dedicación y el trabajo. He conseguido tener un grupo de trabajo que vive el fútbol como yo y saben que tenemos la necesidad de que los fallos nos sorprendan trabajando”, se sinceró el técnico antes de reconocer que eso le ha llevado a hacer sacrificios en su vida privada: “Yo estaba constantemente viendo fútbol, sacrificaba a mi mujer y mi hijo para ver fútbol. Mi día de descanso ha sido ver fútbol, le he dedicado muchas horas al fútbol para buscar mejoras constantes”.
Emery reconoció que por su forma de entrenar algunos jugadores lo llaman “pesado” y contó el porqué de alguna de sus manías, como cuando salta al campo antes de los encuentros: “Me gusta el olor a césped. No es lo mismo estar dentro del terreno de juego que en la banda. Me gusta respirar el césped y meterme en el partido y también leer las situaciones de juego que se puedan ver. Estar en el césped me produce bienestar”.
El himno al completoEl primer reto de
Emery para la 14/15 será aprenderse el himno y que lo haga todo el equipo. “Me he propuesto aprenderlo yo y que lo aprenda todo el equipo. Una de las funciones es que nos aprendamos el himno. Lo hemos cantado, pero no me lo he aprendido al cien por cien”, confesó.