El problema habitual en la ‘
operación salida’ radica en encontrarle acomodo a una serie de futbolistas sin apenas cartel en el mercado, y que no se han revalorizado en sus cesiones anteriores, pero el caso de
Javi Varas, uno de los frentes por resolver de Monchi, es distinto.
Por el de Pino Montano han preguntado numerosos equipos desde que se conoció que no entraba en los planes de
Emery y dispone de la oferta en firme del
Valladolid (300.000 euros), mas sus circunstancias -le queda un año de contrato y percibe un salario de 900.000 euros- le obligan a alcanzar un acuerdo con el
Sevilla para rescindir su contrato en
Nervión, como paso previo para luego firmar con otro equipo. Y es en este punto donde se produce el atasco, porque a día de hoy, según ha podido saber
ED, no existe acuerdo para la desvinculación del canterano y las posturas entre el club y el futbolista se encuentran muy alejadas.
Así, las dos partes llevan negociando desde hace varias semanas para pactar las cantidades por el año que le resta al de
Pino Montano, pero no se han producido avances tanto en cuanto existe mucha distancia entre lo que ofrece el
Sevilla y lo pretendido por el jugador, dispuesto a perdonar dinero, pero no tanto como contempla la oferta blanquirroja.
De ese modo, ayer se retomaron los contactos sin que la situación cambiara un ápice, ya que la entidad se mantuvo en la misma propuesta, lo que convierte en prácticamente imposible que haya entendimiento para que el futbolista firme su libertad.
Monchi está tensando al máximo la cuerda y la realidad tras las últimas conversaciones apuntan a que, a menos que los de
Eduardo Dato suban la compensación, Javi cumplirá su contrato en Nervión pese a no contar para
Emery.
Mientras tanto, el
Valladolid se mantiene a la espera para cerrar el fichaje del hispalense, sólo sería posible si su rescisión se desatasca, lo que hoy parece harto complicado.
Álvaro Palomo3 min lectura