Los números no engañan. Podrá haber división de opiniones en cuanto al juego del
Sevilla, de si conviene más un doble pivote defensivo, con dos delanteros... pero con los números sobre la mesa, este
Sevilla de
Unai Emery no deja lugar a debates.
El vasco llegó a
Nervión en enero de 2013 cogiendo las riendas de un Sevilla que apenas había cosechado 22 puntos en la primera vuelta con
Míchel y que miraba de reojo los puestos comprometidos de la tabla. En esa segunda vuelta
Emery tuvo mucho trabajo por delante, no pudiendo entrar directamente en
Europa League y acabando noveno clasificado, que después sirvió para jugar competición europea.
Una
Europa League que el Sevilla acabaría ganando en 2014 en una campaña que
Emery pudo comenzar desde julio con su pretemporada incluida y desde cero prácticamente. Los registros del de Hondarribia son muy llamativos. Desde aquel debut en el
Coliseum Alfonso Pérez, Emery ha dirigido al Sevilla en 64 partidos, con un balance de 31 victorias, 14 empates y 19 derrotas. Es decir, un porcentaje de triunfos casi del 50 por ciento (48,4) y un porcentaje de imbatibilidad del 70,3 por ciento.
Todos los equipos profesionales saben que cumplir sus
objetivos pasan por hacer de su estadio un fortín, y prácticamente eso ha conseguido hacer Emery del
Sánchez Pizjuán. De 34 partido en Nervión, 22 triunfos, 6 empates y 6 derrotas, lo que traducido al tanto por ciento deja un 64,7 de victorias en casa y una imbatilidad abrumadora del 87,5.
Actualmente el Sevilla es el tercer clasificado y dormirá en puestos de
Champions, al menos, durante dos semanas más. Pese a tropiezos como el del Calderón, el equipo ha comenzado como un tiro y Emery mantiene a todos los jugadores 'enchufados'. Los números están ahí.