Necesita imponerse en un escenario esquivo antes de recibir al Barça

Levante-Sevilla FC: el trampolín, en los campos de batalla

El salto a la Champions, ahora a tres puntos, se da en estadios como el Ciudad de Valencia, donde un Sevilla lanzado y con la ausencia de Banega tratará de meter presión a los ches.

Levante-Sevilla FC: el trampolín, en los campos de batalla
- Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 4 min lectura
Silenciar a los todopoderosos atrae la atención mediática y siempre provoca una satisfacción especial, al tratarse prácticamente de una hazaña en el fútbol actual, pero las metas no se alcanzan con un simple subidón en citas como la que afronta el sábado en casa contra el Barcelona, sino en aquellos estadios con silueta de campos de batalla donde coexisten la obligación de ganar con la dificultad de conseguirlo, contra rivales que defienden su supervivencia y compensan con su carácter aguerrido sus limitaciones técnicas.

Ahí, en feudos como el Ciudad de Valencia, se encuentra el trampolín para dar el salto a la Champions, ahora a tres puntos de distancia, y presionar aún mas al Valencia, que el jueves visita al Athletic y ya pinchó el domingo ante el Villarreal. Un escenario, el azulgrana, esquivo en los últimos años para el Sevilla, con problemas para liberarse del proceso de desarme al que suele someterlo el incómodo Levante, si bien el conjunto de Emery se desplaza a tierras valencianas a un ritmo vertiginoso, con ocho jornadas sin perder y cuatro victorias consecutivas en el campeonato liguero, sin encajar ningún gol en las tres últimas.

Los nervionenses están de dulce, y son conscientes de la importancia de no fallar en este compromiso intersemanal, ahora que de nuevo el cuarto puesto se encuentra muy a la vista. En este sentido, Emery negó que Banega forzara la amarilla para asegurarse su presencia ante el Barcelona, porque la final más inmediata se disputa esta noche, y no realizará una revolución en el once, aunque sí introducirá varios cambios por lo apretado del calendario, además del necesario para cubrir la ausencia del argentino.

Sin él, el equipo pierde su referencia generativa, por lo que resulta probable que el vasco recurra a Reyes para copar ese vacío de imaginación en el once, blindando el eje con el paso al frente de Carriço -M’Bia sigue siendo baja- para acompañar a Krychowiak, e Iborra por delante como ‘enganche’ con el punta.

El utrerano partiría de la derecha para tender hacia el centro y asumir la tarea creativa, por lo que el carril quedaría abierto para que lo recorra posiblemente Diogo, mientras que, en la izquierda, cabe la opción de que Navarro releve a Trémoulinas e, incluso, que Deulofeu saliera por Vitolo, algo más remoto por la trascendencia del canario en los planes de Unai. También hay dudas en la punta de lanza, si apostará por Bacca, su titular habitual y tercer máximo realizador liguero, u optara por la movilidad de Gameiro.

Por parte local, Alcaraz no dispone de Camarasa, lesionado y en la agenda sevillista, pero recupera a Ramis para tratar de dar continuidad al zarpazo en Almería. Claro que enfrente tendrá al mejor Sevilla de la historia, y con hambre voraz de Champions.
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