Vicente Iborra: "Eres el mejor 90´ o el peor 7 días"

Cae la noche sobre la ciudad deportiva José Ramón Cisneros Palacios mientras que un agradable Vicente Iborra atiende sin tapujos a ESTADIO Deportivo. Las cuestiones deportivas, las aspiraciones del Sevilla en Europa y la proximidad del encuentro ante el Gladbach, entre otros aspectos, van abriéndole paso a otros detalles que poco, o nada, tienen que ver con lo que teóricamente se le presupone al mundo del fútbol. Foco de unos rumores extradeportivos que apuntaban a una supuesta mala relación con Immobile, el valenciano se expresa sin miedo durante una entrevista que refrenda la idea de que no sólo es un gran profesional, sino también una excelente persona. Algo que, sin lugar a dudas, es digno de agradecer en los tiempos que corren.

- El Sevilla es el único equipo que le ha ganado al Madrid y al Barça este año, pero en cambio luego parece que no es capaz de plantarle cara a Las Palmas, por ejemplo.
- El partido ante el Madrid, por el rival que era y por la dificultad; por cómo se puso el partido y por el hecho de remontarlo, demuestra que el equipo, pese a ir por debajo en el marcador, fue y es fuerte mentalmente. Lo que queremos es ganar, independientemente de quién sea el rival; queremos ganar a todos, ser regulares y sacar los puntos que sacábamos el año pasado, que es lo que nos permitió estar arriba. Estamos trabajando en ello; queremos ser regulares independientemente del rival, ya que cuando vienen rivales fuertes el equipo da la cara y tiene sus opciones, pero cuando vienen equipos menos fuertes lo que queremos es serlo también. Ya no sólo en casa, pues sabemos que estamos siéndolo ahora, sino también fuera de casa, que creo que es lo que nos va a dar la diferencia de estar en los puestos que estamos ahora a estar a los que queremos llegar.

- Parece que a los nuevos les está costando demasiado tiempo darse cuenta de lo que significa el Sevilla, del ‘Nervión no regala puntos’, del ‘Nunca se rinde’...
- A todos nos ha costado ese tiempo de adaptación; a unos más y a otros menos. Con el tiempo te das cuenta de lo que significa este club, de la filosofía que tiene; de no dar nunca un partido por perdido, de luchar hasta el final... Es normal que poco a poco se vayan adaptando, no sólo a la idea de juego, sino también a los valores del club. Poco a poco lo vamos a ir consiguiendo y entrando en la dinámica.

- Pero en este inicio de temporada veías a Coke, que daba el 200%, sobre el campo y veías a N’Zonzi, por ejemplo, y...
- Todos somos diferentes y cada uno tiene su forma de jugar y de afrontar los partidos. Coke es un referente no sólo como capitán y como compañero, también dentro del campo. Sabe lo que significa este club y es una buena referencia para todos.

- Pero cuando los resultados no llegan... ¿Ha llegado a temer el vestuario por el devenir de la temporada?
- Es cierto que cuando los resultados no llegan, no tanto te preocupas, sino te ocupas en que el vestuario vaya a mejorar, que es lo que queremos y en ser ese equipo que hemos sido otros años. Sabíamos que los resultados iban a llegar porque el trabajo diario era bueno, porque la predisposición del equipo era buena y porque tenemos buenos jugadores. Sí que es verdad que pasaban las jornadas, que no conseguíamos los puntos y que necesitábamos sumar de tres para estar arriba y lo que queremos ahora es ser regulares y sumar de tres en varios partidos para estar arriba, lo que nos daría confianza.

- Volviendo al plano deportivo. ¿Tiene la sensación de que a priori siempre parte como una alternativa para Emery y que luego, en cambio, acaba siendo un titular más?
- No sé. Yo lo que hago es trabajar diariamente como el que más y estar siempre preparado. Soy ajeno a las decisiones del míster y lo que me importa es estar preparado para cuando lo considere oportuno, haber trabajado para ganármelo y aprovechar la situación. Yo estoy contento de que en las dos temporadas que he estado aquí he jugado más de 40 partidos en cada una de ellas; al final los números me hacen ver que mi trabajo durante el año está bien hecho.

- Parece que el recurso del segundo punta que tanto resultado dio el curso pasado, ya ha dejado este año de ser un recurso por utilizarlo, quizás, demasiado y perder esa condición de ‘Plan B’ con la que nació, ¿no?
- Sabemos que es un recurso. Lo que pasa es que cuando sale bien nadie habla de ello y cuando sale mal, todo el mundo lo comenta. Al principio, cuando se probó en Bélgica, no salió bien y nos llevamos muchos palos; luego, con el Villarreal, nos fue estupendamente y ahora no. Lo realmente importante es que todos estemos preparados y que el equipo cuente con recursos para afrontar todo tipo de partidos y mejorar.

- ¿Dónde se siente más cómodo? Y, por favor, no responda eso de que está preparado para hacerlo lo mejor posible donde el míster decida.
- (Sonríe) Sí, te lo iba a decir, que me da igual y que lo que quiero es ayudar al equipo. Pero realmente es que me da igual. Normalmente he jugado más como mediocentro, y quizá esa es mi posición más natural, pero yo anteriormente era un jugador más ofensivo, por lo que me encuentro igual de cómodo. En cada posición puedo aportar unas cosas y lo que quiero realmente es estar en el campo.

- Cuando ha jugado como delantero ha evidenciado una falta de acierto lógica, en comparación con un ‘9’. ¿Entiende que es cierta la opinión de que necesita generar demasiadas ocasiones para hacer un gol?
- Puede ser. A parte, algunos días estaré más acertado que otros. En parte es normal que los delanteros tengan más efectividad que yo, pues juegan en una posición que es natural. Pero yo creo que lo importante para hacer goles es crear ocasiones, si no las tuviera no sería bueno, porque estaría jugando en balde.

- Y ahora toca el Gladbach. ¿Hay posibilidades de seguir pensando en la Liga de Campeones o hay que centrarse en amarrar la Europa League?
- Nosotros lo vamos a pelear hasta el final; hay pocas opciones, pero las tenemos. A parte de eso, no podemos hablar de otra cosa que no sea ganar en Alemania, por asegurar la tercera plaza y por apurar las opciones si el City le gana a la Juventus; nos la jugaríamos en casa.

- Poco tienen que ver los alemanes con el Gladbach al que se enfrentaron en la primera jornada de Champions.
- Llevan bastantes partidos ganando desde que cambiaron de entrenador, les ha sentado muy bien. Ya el año pasado demostraron que eran un gran equipo y que tienen buenos jugadores, aunque se les ha ido gente. Estoy seguro que va a estar arriba en Alemania y que nos vas a poner las cosas difíciles.

- A poco menos de un mes está el derbi. ¿Demasiado lejos aún, o ya se empieza a hablar de él en el vestuario?
- Es pronto. Queremos mejorar la situación en Liga para cuando lleguemos al derbi, afrontarlo desde una posición más cómoda, habiendo escalado las posiciones en Liga que queremos.

- Tengo entendido que no es el típico futbolista que cumple al cien por cien con el estereotipo de futbolista, que va más allá. ¿Es cierto?
- No sé... Es cierto que me gusta ser una persona familiar; tengo la suerte de venir de una familia humilde y de no tener todo lo que en ese momento, quizás, me hubiera gustado tener. Pero creo que con el paso del tiempo se valora más aquello y todo los conseguido después, la ayuda de mi familia.

- ¿Endiosa el fútbol o, en cambio, los futbolistas son meras víctimas de toda la vorágine que este negocio genera?
- Por una parte sí, porque es verdad que se nos paga muy bien. Pero estamos expuestos a muchos juicios personales que nos hacen mucho daño. Hay jugadores que saben llevarlo mejor y otros que lo llevan peor, dependiendo de dónde viene cada uno y lo que le ha costado conseguir cada cosa. Somos personas, como otras, con sentimientos, de carne y hueso, y sobre todo, lo más importante, que también tenemos familia.

- Habrá notado un gran cambio con respecto al Levante.
- Sí que es verdad que la masa social es mayor, que en la ciudad se vive el fútbol, por unos colores o por otros, y que hay una afición más pasional. Allí no tienes la suerte de tener la misma masa social que este club, no luchas por los mismos objetivos y, además, hay otro equipo en la ciudad que abarcaba más que el nuestro, por lo que pasábamos más desapercibidos. Por una parte me gustaba más eso; aquí es más difícil salir a la calle, pero recibes el cariño de niños, por ejemplo, que te recuerdan que tú has sido como ellos.

- ¿Existe demasiada hipocresía en el fútbol? Immobile ha pasado de un día para otro de ser el más malo del mundo a ser una estrella entre el sevillismo.
- Es el fútbol en sí. Cuando haces un partido bueno en hora y media eres el mejor y, cuando no lo haces, eres el peor. Hay que saber convivir con ello, con nuestra profesión y con un club como éste, con esta exigencia, en el que estamos expuestos a muchas críticas. Tienes que ser honesto con tu trabajo, te podrán salir bien o mal las cosas, pero nadie te podrá reprochar nada.

- ¿Entendería, en el Ciudad de Valencia, una pitada contra usted como la de Sergio Ramos en el Sánchez Pizjuán?
- Sería una situación difícil. Verdaderamente, no lo sé; yo tengo la suerte de que he salido y que he sido recibido con el cariño de la gente cada vez que he ido. Creo que depende de la situación y del futbolista; tampoco conozco muy bien la situación de Sergio cuando salió de aquí. Pero creo que presume de su sevillismo y que dejó bastante dinero en la caja del Sevilla.

- Le hago la misma pregunta de otra forma. ¿Entendería esa pitada si Vicente Iborra se marchara del campo con el Sevilla ganando por 0-1 con gol suyo?
- No lo sé si lo entendería, es difícil. Cuando he ido allí reconozco que no es una situación fácil para mí, porque es tu club, tus excompañeros, tus amigos... Pero hay que entender que esto es una profesión y que somos profesionales; nos debemos a un club y la gente debe entenderlo, que dentro del campo eres lo más profesional posible y que cuando estás fuera, pues lo apoyarás hasta la muerte.

- La última, algo delicada. ¿El asunto de los amaños con el que se le ha relacionado afecta más a la persona o al futbolista?
- Afecta, sí que afecta. No es fácil; al final es como el tema personal del que antes hablábamos. Pero al final se hablan cosas que no son ciertas, que te están juzgando de unas cosas que sabes que no has cometido y esa rabia de no poder hablar, de no expresarte... Que el tiempo, y sobre todo la Justicia, digan lo que ha ocurrido. Internamente nunca he estado nervioso, sino todo lo contrario. Uno sabe lo que ha hecho y lo que no ha hecho; en mi caso tengo la conciencia muy tranquila.