Al
Sevilla ya no le importa la
Liga. Es obvio. Lo evidenció en las citas anteriores más allá del derbi y lo
confirmó en
Cornellá, con un
equipo de circunstancias de cara a la
cita europea del jueves y
sin tensión alguna. Existía, quizás, la esperanza de que la
´cara B´ de la plantilla, alimentada por la
ilusión de los
canteranos, ofreciera algo distinto para reivindicarse, pero
la historia se repitió y la quinta plaza se erige prácticamente en una quimera. El
Espanyol necesitó
muy poco ante un
Sevilla sólo
brioso en el
arranque y que, aunque, en líneas generales se sostuvo en la contención, careció de chispa con el esférico y volvió a pasear su pobre versión lejos del Sánchez Pizjuán.
Emery remodeló el
equipo en su totalidad, con
once cambios con respecto a la alineación de Lviv, e introdujo a
tres jugadores del filial, con la banda izquierda formada por
Matos y
Curro, y
Cotán en la sala de máquinas junto a Cristóforo. Además, la derecha correspondió a dos laterales, con Diogo partiendo desde atrás y Coke más adelantado. La proyección ofensiva del utrerano y del luso generaron desde el principio
superioridad por los carriles, con el consecuente peligro. Así, en el 6´,
Coke cabeceó fuera un centro de
Diogo, y en el 8´
Llorente remató forzado un servicio potente de
Curro desde la siniestra. El
Sevilla había arancado
animoso, impulsado por las ganas de los canteranos de evidenciar su valía. Cotán pedía la pelota en el centro, y trataba de circular con sentido, con apoyos cortos y también aperturas, si bien en ocasiones arriesgó demasiado. El
Espanyol, por su parte,
tardó en entrar en el choque, y cuando consiguió hacerlo en cierto modo con más posesión, producto de su mayor tensión competitiva, no conseguía hallar una vía para acercarse a los aledaños de
Sergio Rico. De hecho, su
primer disparo amenazante no se produjo hasta el 37´ con una volea a las manos del portero sevillista. Los de Unai sólo sufrían sin balón por mor de errores propios, como un esférico regalado en la salida por Kolo o una pérdida de Cotán, mas los pericos carecieron de lucidez para aprovecharlas. Firme en la contención, a los nervionenses, tras un inicio esperanzador, les costaba mantener la pelota en propiedad, los balonazos se perdían en la nada, y únicamente progresaba con arrancadas por banda o con acciones de un
Coke muy activo. Se notaba la ausencia de conjunción de un once completamente inédito, lo que, sin embargo, le otorga el mérito de haber guardado bien las espaldas, con cohesión y coberturas de nivel, y cerrado con acierto los intentos de un Espanyol por los costados en la fase final del primer acto. Arreón al que que replicó el
Sevilla con un último estirón al que le faltó que Llorente se revolviera en el área con mayor soltura.
0-0 al descanso. Partido abierto, pleno de imprecisiones, en el que por el momento no se había impuesto la urgencia de los espanyolistas ante un cuadro nervionense de circunstancias.
La segunda parte arrancó con
la reaparición de Pareja, que relevó a
Kolo, más de un año después de caer lesionado contra el Zenit en Europa, y también con la
activación de
Asensio, fundamental para que el Espanyol funcione. Así, en el 49´,
Víctor Sánchez remató al palo un centro de
Hernán Pérez, y cuatro después Asensio armó un disparo potente que, repelido por Rico y el palo, terminó en las botas de
Caicedo, completamente libre de marca para empujarla a la red. El Sevilla había salido dormido y lo pagó con el
1-0. La diferencia derivada de la necesidad de cada uno. Antes del tanto,
Llorente redundó en la decepción de su fichaje, al desaprovechar las dudas en su salida de Pau. Ni está, ni ya, lógicamente, se le espera. El tanto no conllevó la reacción de un conjunto sevillista aturdido.
Sin chispa. Razón por la que Emery se apresuró a recurrir a
Konoplyanka, que en el 61´ sustituyó a Coke, de lo más potable en las filas blanquirrojas. Los locales, que pudieron ampliar con una oportunidad clara de Asensio abortada por Rico, se replegaron sin el esférico, creando una poblada telaraña en propio campo en la que afloró más si cabe
la ausencia de ideas de los de Unai, a cada minuto menos intensos y más descuidados a sus espaldas con las consecuentes contras. Así llegó una triple ocasión de los pericos, salvada por Rico en los dos primeros remates y por el palo en el tercero.
El Sevilla
no daba sencillamente para más, lo que se reflejó en la esterilidad evidenciada en el ficticio asedio en el ocaso, pues en ningún momento puso en apuros a un adversario muy limitado. Lo de siempre fuera. Salga quien salga. Sean las circunstancias que sean. Aunque juegue en un estadio fetiche como Cornellá. El destino nervionense a domicilio este curso está escrito. Sólo san Mames evitaría una temporada en blanco. Mejor seguir
pensando en Europa.
FICHA TÉCNICAEspanyol: Pau López; Rober Correa (Cañas 69'), Álvaro, Roco, Rubén Duarte; Óscar Duarte; Hernán Pérez (Víctor Álvarez 76'), Víctor Sánchez, Diop, Marco Asensio y Caicedo (Gerard Moreno 61').
Sevilla F.C.: Rico; Diogo, Fazio, Kolo (Pareja 46'), José Joaquín; Cotán, Cristóforo; Coke (Konoplyanka 61'), Iborra, Curro y Llorente (Juan Muñoz 69').
Gol: 1-0 (52') Caicedo.
Árbitro: Martínez Munuera (comité valenciano). Amonestó a los locales Álvaro, Cañas y Óscar Duarte, y los visitantes Diogo, Pareja e Iborra..
Incidencias: partido correspondiente a la trigésimo sexta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio de Cornellà-El Prat ante 27.654 espectadores.