Su adaptación, el clima, la ciudad...

Konoplyanka y sus confidencias

Konoplyanka y sus confidencias
Konoplyanka, durante un entrenamiento con el Sevilla. - C. Pérez
Carlos PérezCarlos Pérez4 min lectura
Konoplyanka sigue sin atreverse a conceder entrevistas en español, un idioma que ya tiene más o menos controlado, pero puede conocerse cómo se encuentra en Nervión a través de los medios de su país. En esta ocasión, habla para 'KP'. "¡El clima es simplemente genial! He estado en muchos países y puedo decir que España es lo mejor. Cuando te despiertas, ves el sol fuera y te cambia hasta el estado de ánimo. El mar está a una o dos horas y la ciudad tiene unos lugares preciosos", comenta sobre su aclimatación a la capital hispalense.

"Para vivir, esto es perfecto", reitera el extremo, que llegó hace un año a Sevilla estando su mujer embarazada. "Los niños en Ucrania están muy a menudo resfriados y aquí eso no pasa. La temperatura nunca baja de 15 grados y en abril, con 25, se puede tomar el sol. Aquí he ahorrado mucho en no comprar ropa de invierno. Con pantalón corto y camiseta se pueda estar casi todo el año", bromea el internacional ucraniano, dejando claro que a estas alturas ha completado con éxito su proceso de adaptación.

Cuestionado por el idioma español, Konoplyanka cuenta, como curiosidad, que ha enseñado ucraniano a sus compañeros: "Saben decir nuestras palabrotas, por lo que en los partidos ante el Shakhtar podían provocar a los jugadores rivales (ríe). Son difíciles de pronunciar, pero un par de ellos ya las conocen".

Hablando de lo deportivo, le preguntan al sevillista si su tanto como blanquirrojo con más repercusión fue el que le hizo al Barcelona en la Supercopa de Europa, en Tbilisi. Y él responde que "por supuesto, a pesar de que no fue el más bonito". Supuso el 4-4, en el minuto 81. Un gol que provocó la prórroga, decantada por Pedro Rodríguez en el 115'.

A Konoplyanka le sorprenden algunas cosas de los españoles, aunque por ahora no se atreve a destaparlas: "Quizás al final de mi carrera. Ahora sólo puedo decir que son muy diferentes".

Lo que está claro es que fichar por el Sevilla ha supuesto un punto y aparte en su vida. "No tengo mucho tiempo como para mirar atrás. Quiero disfrutar del campeonato español, y bastante, porque la carrera de futbolista es muy corta y, antes de parpadear, ya tienes 30 años. Mantengo mucho contacto con la gente de allí, también con los de Dnipro, y estoy pendiente de su situación (la plantilla lleva tiempo sin cobrar las nóminas). Los chicos están haciendo todo lo posible, pero, por desgracia, no son capaces de levantar al equipo. Si antes del verano la directiva no lo soluciona, creo que una importante cantidad de jugadores buenos acabarán dejando el club", vislumbra.

Ya en febrero se fue, por ejemplo, su goleador Seleznev, al Kuban Krasnodar, mientras ahora es posible que se marche, entre otros, el central Douglas, que ante el Sevilla mostró un interesante nivel y que en marzo dejó de contar para su entrenador en favor de Dmytro Chygrynskiy.
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