Si algo ha aprendido
Monchi a lo largo de su experiencia, es a saber frenar en seco una mala decisión, evitando convertir en un doble error un mal rendimiento inicial de alguno de sus futbolistas. Algo parecido a lo que ocurrió el pasado mes de enero con
Ciro Immobile, cuando el de San Fernando supo encontrarle una salida rápida en forma de cesión, o el pasado verano con
Iago Aspas, cuando consiguió colocarlo nuevamente en el Celta después de que no se hubiera revalorizado en
Sevilla ante la falta de oportunidades. Un reto que se le presenta nuevamente este mercado estival. Y otra vez con un delantero. Nada más y nada menos que con
Fernando Llorente, un futbolista que no ha dado el callo en su primera temporada como sevillista y que aún tiene dos campañas más firmadas a razón de unos 7 millones de euros brutos por año. Un auténtico marrón difícil de solucionar, pues, con 30 años a sus espaldas,
Fernando Llorente aún entiende que tiene fútbol y no baraja a priori el enrolarse a ligas como la MLS (Estados Unidos) o el fútbol árabe, donde sufragarían sin problema su actual caché pese a su bajo rendimiento en
Sevilla.Sin mercado en España, y con las reticencias de un Campeón del Mundo en horas bajas, la Premier podría presentarse como su gran escaparate, convirtiéndose en el fichaje estrella de algún club de segunda fila con las arcas repletas gracias a la televisión.
Sin protagonismo ninguno en las finales, se antoja convulso el futuro de
Fernando Llorente, quien se ha visto señalado en este final de curso.