Dos semanas después de que
Unai Emery comunicase al
Sevilla su deseo de marcharse al
PSG, por fin comienzan a darse los pasos necesarios para poder desbloquear una situación que mantiene muy inquietos a
Laurent Blanc, a
Unai Emery, al
Sevilla y a
Jorge Sampaoli, que siguen comiéndose las uñas mientras esperan el deshielo de una operación convertida en una carambola a tres bandas, donde todos los movimientos dependen de que el club parisino rescinda el contrato de Blanc.
En este sentido, ayer llegaban importantes novedades desde la prensa francesa, que informaba del esperadísimo comienzo de las negociaciones entre el entrenador francés y
Nasser Al-Khelaïfi, dueño del club, quien parece haberse resignado y hecho a la idea de que no le quedará más remedio que atender a las inflexibles demandas del que ha sido su entrenador desde 2013 y al que decidió renovar en el pasado mes de febrero. No sin antes tratar de evitarlo, el jeque ha asumido que debe pagar el
multimillonario finiquito, que ronda los
20 millones de euros, y negocia ahora un calendario de pago al que
Blanc debe dar el visto bueno.
El representante de éste,
Jean-Pierre Bernes, aseguró ayer en 'Europa 1' que las posturas están muy próximas y calculó que en unos días habrá un acuerdo definitivo. "A finales de esta semana el
PSG y
Laurent Blanc ya se habrán separado. Laurent había firmado un contrato de dos años el 10 de febrero sin cláusulas por objetivos, por lo que el club debe cumplir con las reglas para romper ese contrato. Todo está haciéndose en un clima excelente y no hay preocupación alguna", detalló.
Esta noticia fue acogida con gran satisfacción en el entorno de
Unai Emery, a quien el
PSG ha transmitido mucha tranquilidad durante estos días y que se encuentra de vacaciones en su tierra esperando una llamada para viajar a París.
No menos alegría causa este acercamiento en Santiago de Chile, donde
Sampaoli espera para viajar a Sevilla ya con todo redactado, y en la planta noble del
Sánchez Pizjuán, donde ansían poner ya el punto final a la exitosa etapa de Emery para ponerse manos a la obra en una lucha contra el reloj para planificar el próximo curso.
Aitor Torvisco3 min lectura