Formentera-Sevilla: El amateurismo sueña al cuadrado

Soñar no entiende de categorías ni de la dimensión del estadio o del poder económico del club. Soñar se encuentra al alcance de cualquiera, independientemente de su condición o su grado de humildad, y la Copa se erige, a pesar de su formato actual, en la competición que brinda más oportunidades en el panorama nacional. No en vano, en el pequeño Municipal de Sant Francesc de Formentera ya se está viviendo un sueño por el hecho de haber superado hasta tres eliminatorias y medirse esta tarde sobre su césped artificial al pentacampeón de la Europa League. Un hito inimaginable en la isla y que hoy se hará realidad en la ida de los dieciseisavos del torneo copero, donde el propio Sevilla emprende el camino más corto hacia un título, el mismo que acarició la temporada pasada, pues sólo el Barcelona se interpuso entre él y el doblete. Aunque en otra dimensión, los nervionenses también comienzan a soñar en Formentera con una posibilidad con auténticos visos de realidad por las garantías evidenciadas por el proyecto de Sampaoli en lo que va de campeonato. Lanzado en la Liga, donde ocupa el tercer puesto igualado a puntos con el Barça tras imponerse al Valencia, los nervionenses inician con ilusión la aventura copera, con las miras puestas en pelear nuevamente por el título. Meta para la que en primer lugar afrontan una eliminatoria cómoda ante el único Tercera que continúa en la competición, pero siempre desde el máximo respeto hacia un rival que hace historia y ha ilusionado a toda una isla.

Evidentemente, por el limitado potencial de los pitiusos, Sampaoli se ha desplazado al archipiélago balear sin la mayoría de sus habituales de cara a no desgastarlos, incluyendo en la convocatoria a cinco futbolistas del filial en lo que se presenta como una excelente oportunidad para pedir paso.

En este sentido, de los once hombres más utilizados hasta ahora, el casildense sólo se ha llevado a Franco Vázquez y a Vietto, si bien ninguno de los dos formarán parte, a priori, de un once con protagonismo para aquellos jugadores con menos minutos, lo que se convierte en el principal elemento motivador en un encuentro de estas características. Y es que la Copa se erige en un tren imprescindible para aquellos que entran a cuentagotas en los planes de ´Sampa´ y han de aprovechar cada minuto para hacerle ver que se equivoca. Casos de efectivos como Kolo, Kiyotake, Correa o Sirigu, sumidos en el ostracismo por el argentino, disponen hoy de una ocasión casi única para reivindicarse, mientras que otros como Ganso o Ben Yedder deben seguir dando pasos al frente en su adaptación e inclusión en el equipo. Así las cosas, la lógica apunta a una línea de cuatro atrás, con, al menos, dos canteranos, David Carmona, único lateral derecho de la lista, y Diego González, mientras que no se descarta la presencia de Matos en la zurda. Por delante, un posible doble pivote con Kranevitter e Iborra como escuderos de Ganso, flanqueado por Correa y Kiyotake, ambos obligados a esforzarse para no caer en el olvido.

Y en punta de lanza Ben Yedder, habitual recambio en las segundas partes que en esta eliminatoria contará con la titularidad para liberarse y desatar su olfato goleador.

Enfrente la ilusión de un equipo alejado de la profesionalidad, con futbolistas mileuristas en el mejor de los casos que jugarán los dos partidos más importantes de sus vidas. Amateurismo del puro. Del que ha bebido Sampaoli en los campos de albero de su país y que ha querido transmitir desde el principio a los suyos. El fútbol desnudo. El que permite soñar mas allá de su estatus, pero que, una vez arranque el cruce, debe ceder su sitio a la teórica gran superioridad sevillista.