En busca de causas que expliquen el mal partido sevillista,
Sergio Rico aludió al
“calor”, que propició un juego “muy trabado y espeso”. Pero, pese a la decepción, el meta
apostó por no bajar la cabeza. “Es un punto. Seguimos sumando.
Hay que mantener la calma y los pies en el suelo. El martes es un partido importantísimo. Ni antes éramos tan buenos ni ahora tan malos. No se marcha la posibilidad de la Liga, calma y a seguir trabajando, eso nos ha llevado a donde estamos. Hay que dar el máximo en el próximo partido olvidando ya este.
El martes nos jugamos la vida”, sentenció.