El exsevillista Tom de Mul, quien tuviera que colgar las botas de manera prematura tras un calvario de lesiones que, no por ello, le impidió cumplir los cinco años de contrato que tenía firmado con los de Nervión, amén de alguna que otra cesión de por medio (Genk y Standard de Lieja), ha vuelto en estos días al Sánchez Pizjuán.
Y es que el belga, quien fuera una de las grandes promesas del fútbol de su país, se dedica hoy día a ejercer como representante de futbolistas. Tarea que le habría llevado hasta Nervión para reunirse con Monchi y, así, poder dialogar cara con cara con el hombre que confió en él en su día. Cabe recordar que De Mul reside hoy día en su país, al que volvió tras un periplo en Sevilla, donde hizo sus pinitos como empresario.