Esta misma semana hemos visto en el
Ramón Sánchez Pizjuán la despedida de un futbolista y un hombre que será insustituible dentro del vestuario blanquirrojo, el
capitán Vicente Iborra.Aunque su marcha ha sido complicada y emotiva por el vacío que va a dejar,
Óscar Arias ya ha movido ficha y
Guido Pizarro será quien venga a cubrir el vacío dejado por el valenciano, que se va después de haber disputado 172 partidos como sevillista, anotando nada menos que 30 goles.
Pero en el fútbol no hay tiempo de lamentaciones y melancolías y
Eduardo 'Toto' Berizzo recomendó al director deportivo nervionense un viejo anhelo personal para la sala de máquinas. Por ello, ha llegado el Conde Pizarro, bautizado desde ya por el propio club hispalense como el
Conde de Nervión.El centrocampista argentino, emocionado y abrumado, se despedía de la que ha sido hasta ahora su afición, la de
Tigres, y de sus compañeros. Y, curiosamente, tanto la hinchada como los futbolistas sólo han tenido palabras de agradecimiento para el suramericano, algo que recordaba a lo vivido estos días con
Iborra.Compañeros como
Nahuel Guzmán, Andre Gignac, Lucas Zelarayán o Hugo Ayala, entre otros, se despedían de Pizarro con palabras como "hermano" o "amigo".
Un tipo, el carismático
Pizarro, que se ha ganado el corazón de los que eran los suyos con garra, convirtiéndose en un
líder tanto dentro como fuera de la cancha al que todos le desean que triunfe en su nueva aventura europea.
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