El
Sevilla ansía cerrar de una vez la vuelta de
Jesús Navas al
Ramón Sánchez-Pizjuán y el extremo palaciego, que lleva ya casi un mes sin equipo, no contempla otra opción que no sea vestir otra vez la camiseta blanquirroja. Esta perogrullada es lo único que está claro en una
negociación que se está eternizando y que incluso comienza a cansar ya al sevillismo, que todavía se toma con incredulidad el enésimo anuncio de la
'semana clave para el fichaje de Navas'.
Y eso que es todo un hecho que el Sevilla, con
Óscar Arias y
José Castro a la cabeza, y la agencia
Bahía Internacional han retomado la negociación con la intención de retirar, de una vez por todas, los bloqueos y hacer todo lo posible para sellar un acuerdo para que el canterano se sume a los entrenamientos antes de que el equipo viaje este viernes a
Inglaterra, donde va a desarrollar la segunda gira de la pretemporada.
La base con la que trabajan las dos partes también es conocida: un
contrato de tres años y un cuarto opcional para paliar la rebaja salarial que
Navas debe asumir con respecto a su elevadísima ficha en el
Manchester City. En principio, el
Sevilla le ofrecía cobrar 1,5 millones netos -su salario antes de irse en 2013- y
Bahía pedía mucho más.
El acuerdo deberá cerrarse en un
punto intermedio, cercano a los dos 'kilos', después de que al guiño del jugador -que posó junto a su hijo junto al mosaico del estadio- le siguiese un compromiso de ambas partes para ceder un poco en sus respectivas posturas. Estas están cada día más cercanas, pero aún queda mucha tela que cortar,
según apuntaron a ESTADIO Deportivo fuentes de la negociación, que confían en que pronto pueda estar a las órdenes de Berizzo.