El
PSG va a inundar de millones el mercado. Los
222 kilos que desembolsará por
Neymar al
Barcelona tarde o temprano acabarán salpicando a los conjuntos del
Viejo Continente. El
Barcelona, con su presidente Bartomeu a la cabeza, está obligado a invertir lo que perciba por el futbolista brasileño.
Laporta quiere recuperar el poder en
Can Barça y
Benedito amenaza con una moción de censura, por lo que la actual directiva está obligada a moverse rápido y bien para apagar un incendio aún de dimensiones desconocidas.
Los primeros objetivos culés parecen claros.
Griezmann está descartado por su precio (200 kilos) y por la negativa del
Atlético a negociar. Por lo que las primeras opciones azulgranas pasan a ser
Coutinho, Dybala, Démbele y, según publica L'Equipe, también
Mbappé. Buenos, bonitos... y muy caros. Difícil que ninguno salga por menos de cien millones de euros. Fichar a dos de los cuatro supondría prácticamente liquidar lo ingresado por
Neymar y el
Barcelona aún tendría que resolver sus problemas en el centro del campo, demarcación para la que aún no ha llegado ninguno de los futbolistas que persigue, con hombres como
Verratti o Paulinho a la cabeza.
Una vez que el
Barcelona acometa una de estas incorporaciones se desatará el efecto dominó, que al Sevilla le puede afectar sobre todo en sus dos jugadores más cotizados en este momento:
Steven N'Zonzi y Sergio Rico.N'Zonzi es objeto de deseo de la
Juventus y
Dybala es uno de los nombres que manejan en la
Ciudad Condal. Su venta no se realizaría por menos de 120 millones -el
Barcelona va a sufrir el efecto inflacionista de tener la cartera llena- y eso dejaría margen a los turineses para pagar los 40 kilos de la cláusula del francés del
Sevilla y afrontar la contratación del sustituto del astro argentino.
Algo parecido podría ocurrir si uno de los elegidos por los azulgranas es
Coutinho. El
Liverpool hace tiempo que rastrea el mercado en busca de un portero de garantías y
Sergio Rico figura en el radar de los de
Klopp desde hace tiempo. El brasileño tampoco dejará la ciudad de los
Beatles por menos de 100 kilos, de nuevo margen suficiente para fichar un arquero y un sustituto para el que ahora mismo es el estandarte del proyecto
Red.
Óscar Arias dijo ayer que en el capítulo de salidas no esperan novedades. Pero ya se sabe que mientras la ventana de transferencias siga abierta todo puede pasar. Y si el
Sevilla acaba vendiendo, las sorpresas en las llegadas también se seguirán produciendo. El primer movimiento, la compra de
Neymar, parece ya imparable. Es la única certeza de una operación que sembrará de incertidumbre un verano que será de los más movidos de los últimos años.