Al término de la 16/17
Vitolo ya tenía decidido salir. Un año antes, sólo una gran propuesta de renovación por parte del
Sevilla -después de la marcha de
Banega, Krychowiak y Gameiro el club no quería más ventas- impidió que se fuera al
Atlético de Madrid, pero el canario ya había dado por cumplido su ciclo en
Nervión tras cuatro años de un excepcional rendimiento. Iba a seguir el camino de los
Gameiro,
Bacca y tantos otros que después de dar éxitos al Sevilla dejaban una importante cantidad de dinero en las arcas. Nadie se lo habría reprochado, pero luego comenzaron los problemas. El
Atlético, sancionado por la FIFA, no tenía cash para afrontar la cláusula del futbolista. Los plazos se fueron agotando y al final el canario alcanzó un acuerdo de renovación ratificado por su agencia, aunque no firmado. Luego llegó la espantada y el fichaje por el Atlético con la ayuda de
Las Palmas, club puente en la operación.
Vitolo pasó a ser un proscrito del sevillismo como lo han sido recientemente
Juande Ramos o Sergio Ramos.Para imaginar el recibimiento que puede tener el canario el miércoles en el
Sánchez Pizjuán -si es que finalmente viaja pues su técnico ha dejado la puerta abierta a que se quede en
Las Palmas- basta con ver cómo han sido los precedentes.
En abril de 2009,
Juande Ramos regresaba al
Ramón Sánchez-Pizjuán después de su accidentada salida con destino al
Tottenham. El técnico que había colocado el nombre del
Sevilla entre la elite europea fue recibido con una lluvia de
Juandólares y aquella famosa leyenda: "Tan pobre que solo tienes dinero". Después la hostilidad hacia el de Pedro Muñoz se fue rebajando.
No le ha pasado así a
Sergio Ramos. Doce años han pasado desde que fichó por el
Real Madrid, pero el sevillismo no perdona al de
Camas, por más que ha seguido proclamando su amor a los colores blanco y rojo y a que ha intentado explicar que su salida llegó tras un acuerdo entre
Del Nido y Florentino Pérez. Con todo, cuando las aguas parecían más calmadas, los ánimos volvieron a incendiarse en la última
Copa del Rey, cuando después de marcar un penalti a lo '
Panenka' se encaró con
Biris Norte.CalmaDesde el club sevillista esperan que el recibimiento a
Vitolo no tenga consecuencias por las amenazas de cierre que tiene el coliseo nervionense, entre otras cosas desde aquel partido contra el
Real Madrid. El
Sevilla ya defiende sus intereses por el 'caso
Vitolo' en los juzgados.
A esto mismo se ha referido hoy
José Castro en los medios del club. "Aunque desde otros puntos se trate de calentar el partido, es mi responsabilidad como presidente el tratar que este encuentro sea simplemente uno más. Creo que la indiferencia es una buena medida, todo lo que sea un ambiente enrarecido va a perjudicar a la larga al club. Recuerdo que desgraciadamente tenemos recurrida dos sanciones de cierre de nuestro estadio a causa de los insultos y también es verdad que cesaron esos insultos. La afición no ha vuelto a insultar, ha entendido que para animar no hay que insultar, y por ese camino tenemos que seguir, porque si hubiera insultos daríamos un paso atrás".
Tampoco ha entrado al trapo de las declaraciones del presidente de
Las Palmas, que ha acusado al
Sevilla de actuar con mala fe en el '
caso Vitolo'. "Habrá tiempo para contestar al presidente de
Las Palmas, como presidente del
Sevilla es mi responsabilidad evitar que el partido se caliente. Los partidos se calientan solos, no hace falta que nadie los calienta y si ya los calienta un dirigente, eso me parece una irresponsabilidad. Yo no voy a entrar en eso. Seguro que habrá tiempo para contestar".