Eduardo Berizzo ha decidido darle
una nueva vuelta de tuerca al equipo. Con una defensa de circunstancias ya anunciada, y formada por
Corchia, Geis, Kjaer y Escudero, el técnico argentino ha apostado por mantener el
4-2-3-1 de las últimas semanas, pero con
una particularidad:
Krohn-Dehli acompañará en la zona ancha a
Pizarro, Banega, Ganso y Sarabia, haciendo de
falso extremo zurdo. Es decir, jugará donde siempre lo ha hecho, hasta ser reconvertido a mediocentro por Luis Enrique en el Celta.
Con el danés y Sarabia a pie cambiado, Berizzo
pretende reforzar el juego interior del equipo y entorpecer, con ello, el fútbol asociativo de la Real Sociedad.
El Sevilla defiende mal, en gran parte, porque suele existir mucha distancia entre futbolistas, algo que dificulta la presión y el robo. No en vano, el nervionense es
el tercer equipo de LaLiga que menos pases del adversario intercepta: sólo 10,4 cada 90 minutos; 5,5 menos que el intenso y compacto Eibar.
El segundo objetivo de Berizzo, tras la recuperación, es el de mantener
mejorar el ataque posicional del equipo, mediante acciones combinativas, pues hasta ahora ha sido profundo casi únicamente cuando los extremos han podido sortear a varios rivales.
El 'Toto', que ya ha solicitado abiertamente fichajes,
vuelve a tirar de la manta hacia abajo un poco más. La duda está en si el equipo será capaz de llegar arriba con efectivos suficientes como para crear peligro. Con la zaga de la Real dejando muchos espacios a su espalda, sería cuestión de que Sarabia y Ganso encontrasen a Ben Yedder en carrera, aunque todo apunta, saliendo con Krohn-Dehli y Sarabia a pierna cambiada, que esta noche
soltará mucho a sus laterales, Corchia y Escudero.
Es teoría. A las 21:30 horas, con Soria de nuevo entre los palos, llegará el momento de ponerlo en práctica.
Carlos Pérez2 min lectura