ANÁLISIS | FÚTBOL SEVILLA

El Sevilla se va de vacaciones en su peor momento, dolido y sin norte

El Sevilla se va de vacaciones en su peor momento, dolido y sin norte
El Sevilla se va de vacaciones en su peor momento, dolido y sin norte - Curri Carrillo
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 4 min lectura

El Sevilla ha comenzado las vacaciones de Navidad en su peor momento del curso, tras cuatro encuentros sin ganar, y aunque los datos objetivos indican que seguirá quinto en el inicio de 2018, llega al parón dolido, sin norte y cuestionado por unas carencias de las que por ahora sólo le 'salvan' los resultados.

El naufragio sevillista a estas alturas de la campaña se alarga ya a cuatro partidos: un 1-1 en el cierre de la fase de grupos de la Champions en Eslovenia ante el Maribor y tres choques sin ganar en la Liga, con un 5-0 vergonzoso contra el Real Madrid, un insulso e impotente 0-0 como local con el Levante y un 3-1, este miércoles, en casa de la Real Sociedad en una demostración más de equipo errático.

Si escoció el bochorno del Santiago Bernabéu, las comparecencias posteriores no han arreglado el desaguisado. Lo han agravado con la debilidad mostrada ante el Levante y las dudas y la ausencia de un rumbo cierto refrendada en Anoeta, con lo que el equipo se ha ido este jueves de vacaciones -hasta el día 28- peor de lo que estaba.

Las miradas apuntan ya al técnico argentino Eduardo Berizzo, que hace dos jornadas volvió a dirigir a los suyos tras no poder hacerlo en las cuatro citas anteriores por su operación de cáncer de próstata, pero, dentro del ambiente pesimista que rodea al Sevilla y de indignación en su afición, también se mira ya a la planificación.

Así, el sevillismo ha comenzado a colocar en el ojo del huracán al neófito en la dirección deportiva Óscar Arias, sustituto de una institución en la entidad nervionense como Ramón Rodríguez 'Monchi', ahora en la Roma, con el que había trabajado en los últimos años.

Y más aún después de que Berizzo haya desvelado públicamente que en el mercado invernal habría que reforzar al equipo casi con un jugador por línea: un lateral derecho, un medio en el caso de que el defenestrado Steven Nzonzi -lleva 7 partidos sin convocar tras un caso de indisciplina- deje el plantel y un delantero centro puro.

Con mejores o peores resultados, pues también es una realidad que el Sevilla continúa quinto -aun con el riesgo de que sus rivales por los puestos Champions se le alejen más- y en los octavos de la Liga de Campeones y de la Copa del Rey, el caso es que el equipo ni ataca ni defiende bien, no tiene un patrón de juego definido, muchas veces no se sabe a lo que juega y le cuesta un mundo reaccionar.

Todo ello ha encendido la luz roja en el conjunto del barrio de Nervión y, sobre todo, en su hinchada, tradicionalmente muy crítica y exigente, y ahora indignada por lo que ve, o lo que no ve, sobre el campo: fragilidad defensiva, un bajón general en el nivel de sus jugadores o la falta de un sello concreto y de ideas para someter al rival, amén de haber demostrado su incapacidad para competir con los 'grandes'.

Para más inri, tras la ida de la Copa del Rey en el estadio del Cádiz el 3 de enero, a los sevillistas les espera en el regreso a la competición todo un derbi contra el eterno rival, el Betis, en el Sánchez Pizjuán, un partido en el que habrá en juego tres puntos, pero que supone muchísimo más en la dual y cainita Sevilla.

Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram