El
Ramón Sánchez-Pizjuán se ha convertido en los últimos años en el gran fortín del
Sevilla. Incluso en temporadas en las que no fue capaz de ganar un solo partido a domicilio en
LaLiga, los nervionenses consiguieron plaza para Europa gracias a sus números como locales. 2017 se cerró sin derrotas en casa en año natural, pero 2018 ha traído ya tres decepciones importantes en el coliseo blanquirrojo.
La llegada de
Montella, que ha revitalizado al
Sevilla en algunos aspectos, también ha supuesto que la casa de los sevillistas haya perdido su magia. Los sevillistas esperaban una segunda vuelta mejor que la primera pues tenían que pasar por el
Sánchez-Pizjuán todos los grandes. El saldo es negativo en este 2018. Goleadas encajadas ante
Betis y
Atlético de Madrid, derrota ante el
Valencia que deja la
Champions prácticamente imposible, y empate a cero ante el
Manchester United pese a que el
Sevilla fue superior. Además, un empate ante el
Getafe. En el lado positivo hay que encontrar los triunfos sobre el
Girona y el Athletic, además de las victorias coperas sobre el
Leganés y Atlético de Madrid que le han permitido jugar una nueva final de
Copa.
Con
Montella se han escapado ocho puntos del estadio sevillista de 24 posibles, mientras que con
Berizzo se perdieron cuatro en el mismo número de partidos. De hecho, con el resultado de ayer, el argentino y el italiano vuelven a estar empatados a puntos en partidos contra los mismos rivales. Eso sí, con el argentino, el
Sevilla le ganó al
Leganés, por lo que el 'Aeroplanino' está obligado a vencer en
Butarque para mantener la comparación.