Estaba totalmente convencido. No en vano,
Monchi llevaba dos temporadas hablando con el Anderlecht (
le rechazó una primera oferta de seis millones de euros), con el futbolista, al que tenía ya entregado, y
con su padre, con el que llegó a verse incluso en Basilea, horas antes de la final contra el Liverpool. Pero, por cosas del destino,
Dennis Praet (23) nunca llegó a recalar en un Sevilla que ya tenía la negociación donde quería, al quedarle al belga un solo año de contrato.
Monchi, pese a negarlo públicamente, por aquello de no desestabilizar, sabía desde enero que
Éver Banega se había comprometido con el Inter de Milán y, desde entonces, trabajó para cubrir lo antes posible su puesto.
Unai Emery estaba pagando, sobre todo fuera de casa, donde lo reservaba, tener a un único futbolista como el '10', capaz de manejar el tempo de los partidos, por lo que el de San Fernando
se propuso ficharle a dos: uno era
Hiroshi Kiyotake, quien iba a salir también más económico por tener el fin de contrato cercano; y, el otro, Dennis Praet, aún verde, pero con pinta de convertirse en futbolista de los caros.
"
El Sevilla lo quiso cuando era más joven, pero pensamos que era mejor que siguiera en Bélgica, que terminara sus estudios y jugara aquí para desarrollar su carrera. Ahora sí que ha llegado el momento de partir", llegó a confesar su padre, Herman, a
ESTADIO.
Mientras el Sevilla intentaba no pagar los 10 millones que exigía el Anderlecht (ya estaba dispuesto a llegar hasta los nueve),
se produjo un acontecimiento relativamente inesperado: el técnico vasco recibía una oferta mareante del PSG y comunicaba al club que se marchaba. El director deportivo acabó contratando a Jorge Sampaoli y, como siempre atiende a las peticiones de sus entrenadores, en cuanto a las características de los futbolistas, amplió su lista de nombres de centrocampistas y acabó desechando, por orden de Sampaoli, el fichaje del mediocentro-interior belga.
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Praet está entre los nombres que manejamos. Con la llegada de Sampaoli hemos ampliado la lista de nombres", comentó el isleño, nada convencido de dejar escapar a Praet. "
Dennis es muy bueno. Monchi lo conoce personalmente. No sólo hay interés de nosotros, sino también de otros clubes", comentaba algo más tarde Óscar Arias, quien ya conocía que la operación se estaba enfriando.
Mientras Pablo Sarabia, ya firmado, pensaba que la marcha de Emery le perjudicaba, Sampaoli no dejaba de pedir jugadores para la segunda línea. Llegaron
Franco Vázquez, Paulo Henrique Ganso, Samir Nasri y Joaquín Correa, mientras
Praet firmaba con la Sampdoria, tras llegar a los 10 kilos que pedía el Anderlecht.
Pues bien, tras un año de adaptación a la 'sui generis' Serie A, el belga está rompiendo en gran futbolista. Ha desarrollado su físico y su inteligencia táctica, se ha adaptado a una posición muy demandada, para la que valen pocos futbolistas, la de
mediocentro puro (solía jugar por la izquierda o como mediapunta), maneja el juego de su equipo, conduce, regatea y asiste. Su valor de mercado, según
Transfermarkt, ha subido a los
14 millones, pero la 'Samp' no se conformaría con dicha cantidad para dejarle salir. Se ha filtrado que su
cláusula de rescisión es de 26.
En Italia aseguran que la Roma, la Roma de Monchi, lo quiere. También, la Juventus. En el Sevilla, mientras,
se amontonan los informes sobre el futbolista, aunque no hay nadie que fiche ni intención de gastar tanto dinero en un solo refuerzo.
Seguramente, Praet ya se le haya escapado para siempre.
Carlos Pérez5 min lectura