Todos contentos. No ganó ninguno de los dos, el derbi se cerró con un empate a dos goles, pero ganaron todos.
Sevilla tendrá a dos equipos viajando por Europa la próxima temporada. A falta de una jornada para que concluya LaLiga, ya está todo decidido. El
Betis certificó su magnífica temporada liguera con un punto que le garantiza su participación en la Europa League entrando directamente en la fase de grupos. El
Sevilla, tras la derrota del
Getafe ante el
Atlético de Madrid, hace lo propio, aunque teniendo que jugar dos o tres rondas previas.
El favoritismo inicial del
Betis, que llegaba más fresco y jugaba ante su afición, no se hizo efectivo pese a que el derbi se le puso de cara con el tempranero tanto de
Bartra en su estreno goleador. El dominio inicial bético se fue diluyendo poco a poco ante un
Sevilla que dominó gran parte del partido y del juego; que fue capaz de dar la vuelta al marcador con los tantos de
Ben Yedder y Kjaer; y que acabó cediendo un empate -gol de
Loren- con el que todos se sienten victoriosos.
No fue el gran derbi que se esperaba, pero las alternativas en el marcador aumentaron la emoción que ya de por sí tienen los duelos de eterna rivalidad. El chaparrón inicial de fútbol del
Betis se secó al ritmo que perdió humedad el césped del
Villamarín en la calurosa tarde sevillana. Un gran arranque, el orgullo en la parte final para empatar cuando lo tenía todo perdido, y poco más. El propio
Betis dejó que el
Sevilla se agigantara encerrándose en su cueva acumulando pases imprecisos que en muchos casos acababan en las botas del meta
Pedro.
Caparrós le ganó en fútbol a
Setién. Se habló muchísimo de 'testiculina caparrosiana' en la previa y, sin embargo, el
Sevilla tuvo argumentos futbolísticos más allá de la intensidad defensiva, en la que ambos flaquearon por falta de piernas. En el
Sevilla, por la tantas veces comentada acumulación de partidos. En el
Betis, porque quizás le pesó más la presión y el miedo a perder lo que ya tenía prácticamente ganado.
El triángulo
Banega, Nzonzi y Roque Mesa se hizo con la posesión del esférico y el
Sevilla se sintió, salvo en el arranque del choque, mucho más cómodo que el
Betis sobre el terreno de juego. Los datos estadísticos a la conclusión del partido hablan en favor del
Sevilla de
Caparrós, que fue capaz de quitarle el balón al
Betis de
Setién, completó más pases correctos, sacó más saques de esquina y ejecutó más tiros a puerta.
En el primer año de
Setién, el
Betis ha encontrado un modelo de juego que gusta a su afición y ya tiene una base importante en su plantilla para retocarla y para seguir creciendo la próxima temporada. Con un presupuesto muy inferior a su eterno rival, cayó estrepitosamente en la
Copa eliminado por el
Cádiz, pero se ha clasificado para
Europa y, aunque en la liga particular sigue sin ganar al
Sevilla en el
Benito Villamarín después de doce años, su afición se queda con el gran sabor de boca de la 'manita' lograda en el
Sánchez-Pizjuán.
En el
Sevilla,
Caparrós ha obrado el milagro. Ha resucitado a un muerto haciendo 7 puntos de 9 posibles y manteniendo su idilio con los derbis. En el primer año después de
Monchi, con tres entrenadores firmados en una temporada (
Berizzo, Montella y Caparrós), con el despido del director deportivo en plena campaña, el
Sevilla ha logrado unos históricos cuartos de final en
Champions, se ha plantado en una final de
Copa y repite competición europea una campaña más. El próximo año tendrá que volver a empezar.
Se acabó un eterno derbi en la previa y fugaz sobre el terreno de juego. El empate deja a todos contentos. Hace posible que el año próximo en
Europa se hable con acento sevillano.