Dentro de un Dinamarca-Francia que poco interés suscitaba, el aficionado sevillista medio ha encontrado algo de atracción. Nzonzi y Kjaer se veían las caras en el encuentro que cerraba las cuentas del Grupo C. Antes del comienzo del envite, cualquiera de los dos hubiese
firmado el empate de cara a pasar a la siguiente fase. 0-0,
pocas ocasiones y ritmo bajo marcaron el desarrollo de un envite que ha puesto de manifiesto el potencial que tiene la segunda unidad en el combinado de Deschamps. Tanto es así que introdujo hasta seis cambios respecto al último partido, entre los que se encontraba el sevillista Nzonzi; al contrario que su compañero danés, que se mantuvo en la titularidad en ese cúmulo de cambios.
Buenas sensaciones han dejado ambos efectivos nervionenses. El francés ya debutó en los últimos minutos ante Panamá sin tener incidencia alguna en el desarrollo de ellos. En este caso ha sido el sostén que pedía a gritos el sistema del seleccionador francés, con trascendencia a la hora de
sacar la pelota y distribuirla. El ex de Fenerbahçe, por su parte, realizó un buen encuentro al corte sin mucha ocasión de exhibirse, dado el poco ímpetu rival por encontrar la portería de Schmeichel.
Ambos pasan a octavos de la cita mundialista sin haber perdido en la fase de grupos, pudiendo ser el conjunto de Kjaer
posible rival del combinado nacional español en caso de pasar ambos el cruce de octavos.