Varias fueron las caras nuevas que, sobre el verde del
Benito Villamarín, se estrenaron ayer en un derbi hispalense que, por prematuro en el calendario, no fue menos esperado por ellos. Y es que el duelo cainita entre
Betis y
Sevilla, y viceversa, es el partido por excelencia en la capital hispalense, el duelo del que todo el mundo habla a los novatos en los vestuarios de uno y otro equipo.
Ayer, de inicio, hasta ocho fueron los futbolistas que se estrenaron en el mismo, siendo cuatro para cada lado. En el once titular que alineó
Quique Setién en el
Villamarín se estrenaron el guardameta
Pau López, así como el portugués
William Carvalho, el cántabro
Sergio Canales y el japonés
Takashi Inui. Cuatro jugadores que, desde las horas previas del partido, pudieron experimentar en primera persona todo lo que les habían contado; una experiencia que, sin lugar a dudas, nunca olvidarán y querrán repetir en próximas ediciones.
Idénticas sensaciones, desde Nervión, probaron el arquero checo
Tomas Vaclik, el zaguero catalán
Sergi Gómez, el brasileño
Guilherme Arana y el ariete portugués
André Silva.
Ya en la segunda mitad,
Pablo Machín dio entrada en el campo al internacional francés
Maxime Gonalons, sustituyendo al argentino
Franco Vázquez; al catalán
Aleix Vidal, que nunca se había medido al Betis como sevillista, y al holandés
Promes. Quique Setién, por su parte, dio entrada al brasileño
Sidnei, por
Bartra. En total, 12 debutantes.