El futuro de Carlos Fernández está en el aire. No ha jugado ni un minuto en los dos primeros partidos oficiales, aparece como la tercera opción en ataque para Lopetegui y es la posibilidad más propicia que tiene Monchi para obtener la financiación que necesita e incorporar a las piezas que aún le faltan en su puzle.
Lo tiene todo para salir, pero su principal destino, el que más le gustaba y en el que mejor se había sentido se le ha caido. A falta de oficialidad, el Granada ha incorporado al delantero colombiano Luis Suárez, que hoy pasaba el reconocimiento médico en la capital nazarí mientras el que será su nuevo equipo y el Watford inglés, del que procede, intercambiaban papeles. Según fuentes cercanas a la operación, ésta se cerrará por unas cifras que podrían llegar a los 15 millones si se cumpliesen todas las variables. Unos números que se acercan a los que el Sevilla podría aceptar por el punta de Castilleja de Guzmán.
A su favor tiene que Lopetegui, con tres competiciones por delante, prefiere no correr riesgos y contar con tres puntas. En su contra, que va a jugar mucho menos de lo deseado y que, si no viene un sustituto, futbolistas como Munir pueden jugar ahí y darle al técnico guipuzcoano una solución provisional. Y también que el Sevilla está tanteando viejos deseos, como De Tomás, porque, a tenor de lo visto, sigue sin confiar en el mejor punta que ha dado la Carretera de Utrera en los últimos años.