El Sevilla logró un triunfo muy sufrido ante un Osasuna muy ordenado y combativo merced a un penalti que fabricó y marcó Ocampos, que representa el carácter que tienen los nervionenses. El argentino, que se empleó de carrilero en la segunda parte por las lesiones de Navas y Acuña, fue el mejor de los sevillistas junto a Koundé, implacable en defensa.
También destacó Fernando en plena batalla con los rojillos mientras que la entrada de Rakitic en la segunda mitad brindó al equipo la pausa que necesitaba. El cambio táctico de Lopetegui funcionó e hizo mejorar a Jordán, con demasiada tarea, y a Óliver.