RC Celta 3-4 Sevilla FC: 'En Vigo compra pegamento para cualquier grieta anímica'

RC Celta 3-4 Sevilla FC: 'En Vigo compra pegamento para cualquier grieta anímica'
- Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 11 min lectura
El Sevilla FC cerró por todo la grande la jornada 30 de LaLiga en un estadio, el de Balaídos, donde el partido fue de esos que no te dejan ir al servicio a satisfacer las necesidades más básicas. De los que le encantan al espectador y de los que odian los entrenadores. Imposible desviar la atención un solo segundo. La primera parte fue una tormenta de electricidad. Constantes descargas de talento que no hay planteamiento táctico que lo soporte: cinco goles, dos ocasiones clara para cada equipo, un penalti, una lesión... El Sevilla no había encajado tres goles en el mismo partido en toda LaLiga -sí lo hizo en Champions contra Chelsea (0-4) y Dortmund (2-3) y en Copa con el Barça (3-0, con prórroga). El Celta se los ha metido en 43 minutos. Sorprendente e inesperado. 

En la segunda nadie pisó el freno, más bien lo contrario. El Sevilla FC es un equipo tremendamente complicado de batir porque casi siempre es sólido y competitivo y, de las pocas veces que no logra serlo, saca a relucir su raza, su casta, su coraje su histórica resistencia ante la rendición o con la licencia literaria que usted quiera tomar. El caso es que inyecta sangre en sus ojos, aprieta los dientes y empuja, empuja, empuja... La victoria en Vigo es de las que hacen vestuario. De las que ponen pegamento en cualquier grieta anímica que pueda detectarse. Y de las hacen golpearse el pecho de orgullo a sus seguidores. 

Llegaba avisado, pues sumaba tres derrotas seguidas en Balaídos, pero el Sevilla menos fiable en defensa de la temporada acabó demostrando la firme intención de ratificar su privilegiada posición en la tabla (es cuarto, después de sumar 13 de los últimos 15 puntos) e, incluso, meterse sobre la bocina en la pugna por el título. De hecho, el Atlético de Madrid, que sucumbió hace dos domingos en el Sánchez-Pizjuán y no pudo pasar del empate en éste en el Benito Villamarín, se antojaba un campeón en ciernes, aunque ha perdido toda su ventaja.

Los nervionenses se colocan a seis puntos de la primera plaza, cinco del segundo (Real Madrid) y cuatro del tercero (Barça), con una ventaja que parece definitiva con sus perseguidores (Real Sociedad y Betis se encuentran a 14), por lo que debe ocurrir casi una catástrofe deportiva para que se escape la Champions. Y menos, con esta actitud encomiable para hacer frente a un partido loco.
 

Tormenta eléctrica


De inicio, el Sevilla se dibujaba sobre la base del 1-4-2-3-1, con Rakitic (otra oportunidad que se iba por el sumidero hasta su gol) por detrás de En-Nesyri, titular a pesar de ser duda hasta última hora por culpa de unas molestias físicas que le impidieron ejercitarse con el grupo en la últimas sesiones previas a la visita a Vigo. Un paso por detrás del croata, Lopetegui dibuja una especie de doble pivote escalonado entre dos pluriempleados profesionales, Jordán y Fernando, que como siempre se incrustó entre los centrales en la salida desde atrás. 

La primera acción de peligro fue un pase cargado de intención de Brais Méndez, que irrumpió a la espalda de Acuña y buscaba el punto de penalti. Diego Carlos desvió a córner de manera tan providencial como peligrosa, por el efecto óptico hizo parecer que iba a marcar en su portería. Se fue cerca del palo izquierdo de Bono. No tardó en llegar la réplica, en un Sevilla que encontró el gol a las primeras de cambio. En un córner forzado por Ocampos, Acuña puso una rosca deliciosa que Koundé mandó al fondo de las mallas de un Iván Villar que sólo alcanzó a rozar con su manopla el testarazo del central nervionense, que marcó su segundo tanto de la temporada.

El inicio de choque era trepidante, ya que sólo un minuto después Fernando se convertía en un gigante sobre la misma línea de gol. El brasileño interceptó hasta dos remates a placer de Aspas a escasos centímetros de la red. No acabaron los sobresaltos, pues el Celta mueve el balón muy bien y tiene talento de sobra para explotar los escasos espacios entre líneas que deja el Sevilla. En uno de los movimientos entre defensa y centro del campo, Santi Mina ganó la espalda de Koundé, que le derribó dentro del área y fue amonestado. Iago Aspas, de un inapelable lanzamiento desde los once metros, batió a Bono y devolvió las tablas al partido en el 20'.  

Y sin tiempo para digerir el golpe, el segundo: de nuevo de un siempre hipermotivado Aspas, que hacía gala de su enorme calidad en la definición. Fue un gol atípico, con el Sevilla FC demasiado volcado en una falta lateral que, para colmo, botó en corto y mal. El Mago de Moañas corrió solo por el pasillo central desde su campo y no perdonó en el mano a mano frente al portero sevillista, que no pudo hacer nada. El pase, magistral, fue de Denis Suárez, otro de las voces principales de esta espectacular primera media hora de encuentro con cuatro goles.

El enésimo volteo de marcador fue obra de Fernando. Si inusual fue el 2-1 que encajó el Sevilla FC, no menos lo fue el 2-2. Un 'yo me lo guiso, yo me lo como' de manual. El brasileño sorprendió al cambiar la previsible circulación horizontal por dos paredes seguidas -con Koundé primero y Suso después- y un potente zapatazo desde fuera del área que rozó en un defensor y dejó sin opciones a Iván Villar. Al descanso, sin embargo, se marcharon con ventaja los locales en la enésima acción en la que el Celta pillaba descolocado al Sevilla. Puede que lo hiciese más veces que el resto de rivales juntos en lo que va de curso. Brais Méndez culminaba otra acción rápida y anotó el 3-2 en tres toques. 

A lomos de Navas y Acuña

La reanudación dejó a un Celta algo más pausado en su animosidad, con menos veneno en su botas, y a un Sevilla que reducía toques y buscaba aumentar el ritmo y correr, aun a riesgo de sufrir contras y se quedaba expuestos al instinto de Aspas, que se topó con Bono justo después del 3-3 y, esta vez sí, salió ganador el portero marroquí.

La impetuosa puesta en escena tras el paso por vestuarios encontró premio en una gran asociación por la izquierda entre Acuña y En-Nesyri, con centro de éste que Suso no alcanzó a conectar de manera acrobática en el área, donde Rakitic se la encontró en el área y definió con tanta soltura como necesidad, después de su mala primera parte y de quedar retratado en el 3-2: tras chocar con Brais en el círculo central, seguía en el suelo cuando el gallego se había levantado, corrido y definido otro pase de Denis.

La creciente mejoría del Sevilla volvió a poner de manifiesto la excelente noticia que es ver a Jesús Navas y Marcos Acuña en plenitud para esta recta final de curso. Primero, porque son tal para cual, no paran de insistir, insistir e insistir. No paran de correr, correr y correr. Y segundo, porque los laterales son esenciales en el librillo del Sevilla de Lopetegui. Romper por fuera es la llave maestra. Un filón, como en la conexión del 65', con el argentino ganando línea de fondo y centrando y el palaciego rematando, alto, en el otro palo.  

Refrescó el once el técnico vasco con las entradas de De Jong, Óliver Torres y el Papu Gómez, con estos dos intentando aprovechar los espacios que se estaban abriendo por dentro como consecuencia de que el Sevilla FC estuviese volcando el juego a los costados de manera insistente. Así, en un robo a 20 metros de portería tras un error de Aidoo, el argentino encontró el camino del gol y definió con clase ante el meta del Celta para poner el 3-4 en este partido loco y dar tres puntos de confianza, de seguridad... un triunfo que es pegamento para este bloque.

  

- Ficha técnica:

3- RC Celta: Iván Villar, Hugo Mallo, Aidoo, Fontán, Aarón; Tapia, Denis Suárez, Brais Méndez; Nolito (Miguel Baeza 86'), Iago Aspas y Santi Mina (Ferreyra 28') (Fran Beltrán 83').
 
4- Sevilla FC: Bono, Jesús Navas (Munir 87'), Koundé, Diego Carlos, Acuña; Fernando, Joan Jordán (Óliver Torres 64'), Rakitic (Gudelj 87'); Suso (Papu Gómez 67'), Ocampos y En-Nesyri (De Jong 64').
 
Árbitro: Alejandro José Hernández Hernández (Comité Las Palmas). Amonestó a los locales Aspas, Hugo Mallo y Brais Méndez y a los visitantes Koundé y Diego Carlos. 
 
Goles: 0-1 (7') Koundé; 1-1 (20') Aspas (penalti); 2-1 (24') Aspas; 2-2 (35') Fernando; 3-2 (43') Brais Méndez; 3-3 (60') Rakitic; 3-4 (76') Papu Gómez. 
 
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 30 de LaLiga, disputado a puerta cerrada en el Estadio de Balaídos de Vigo.
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