Permítame Don José Castro abrir estas líneas con mi más sincero agradecimiento por ser partícipe de mi felicidad o la de los míos. Por ser el mandamás de una gestión que, en sus tres primeros años, ha metido al equipo en tres finales... Por un club que ha enseñado a todos durante una década prodigiosa que los sevillistas no juegan finales, sino que las ganan... Y también las celebran.
Pues echar la mirada a la Puerta Jerez en 2001 es como echarla al Sevilla-Espanyol de Copa del curso pasado -por poner un ejemplo-, cuando la afición ´remontó´ un partido que no consiguió hacerlo el equipo tras un 3-1 en contra. "A los que de verdad nos duele el Sevilla, no bajaremos los brazos", dijo Iborra en Twitter, pero ya lo había demostrado la afición cuando iba camino de 2ªB hace años. Al sevillismo no se le ha olvidado de dónde viene. Pero hay que acordarse de todo, no sólo de lo que conviene. Ése no es el discurso del Tetracampeón.
Alejandro Sáez
