El fichaje de la primera opción para el mediocentro, el danés William Kvist, se sigue cocinando a fuego lento y tras la dificultades surgidas –el Stuttgart solicita cuatro millones por su traspaso- y la urgencia de la contratación, el club verdiblanco se está planteando un cambio en los planteamientos y aceptar al jugador en calidad de cedido, con una opción de compra a final de temporada.
No hay que olvidar que el propio Kvist cobra 1,8 millones en Alemania y que para venir, debería bajarse el sueldo al tope salarial bético, lo que se vería compensado con un contrato de larga duración, algo que no podría ofrecerle el Betis si llegara en calidad de cedido, salvo que esa opción de compra se tradujera en una obligación de compra y el gasto que no puede acometer actualmente se retrasara al mes de junio próximos.
Alejandro Sáez1 min lectura