Ante el Valladolid habrá despedidas emotivas; otras, no tanto

Por segundo verano consecutivo, el Betis vivirá una desbandada en su plantilla. Eso sí, la que se aproxima no tiene nada que ver con la de la temporada pasada. Un año atrás, el club heliopolitano no pudo (o no quiso, según como se mire) retener a algunos de sus futbolistas más importantes, tales como Adrián, Mario, Cañas, Beñat, Rubén Pérez, Pozuelo, Campbell o Pabón, entre otros, después de haber logrado un gran éxito colectivo: la clasificación para la Europa League. En total, 13 jugadores hicieron las maletas y dejaron hueco a otros tantos que, lejos de elevar el nivel, lo han bajado hasta mínimos históricos.


No es de extrañar, por tanto, que el beticismo sí desee esta vez una renovación profunda en el vestuario, aunque la decisión definitiva la tomará el director deportivo que aterrice en Heliópolis. Con todo, la lógica invita a pensar que más de la mitad del plantel cambiará de aires en el periodo estival, por lo que muchos jugadores dirán adiós al Benito Villamarín este domingo contra el Valladolid. Algunas despedidas serán emotivas, aunque otras, no tanto.


En el primer grupo podría encuadrarse la más que probable marcha de Salva Sevilla, uno de los pocos supervivientes del último ascenso, que no ha recibido propuesta alguna para renovar y ha alcanzado un principio de acuerdo con el Levante. Amaya también termina contrato, aunque aún no ha decidido su futuro y sigue aferrándose a las remotas posibilidades de continuar. Rubén Castro, ídolo para la afición pese a la sonora pitada que recibió hace dos semanas contra la Real Sociedad, tiene firmado hasta 2015, si bien el club es partidario de hacer caja con él.


Los cedidos Sara, Dídac, Juan Carlos, Baptistao y N´Diaye también dejarán Heliópolis, aunque probablemente al único que se le echará de menos será al franco-senegalés, que causará baja el domingo por sanción. También se da por sentado que Verdú hará valer la cláusula que recoge su contrato (la misma que tiene Jordi Figueras) para marcharse con la carta de libertad tras el descenso, y que Calderón dejará de ser el entrenador del Betis.