El
Betis y
Rubén Castro están ´condenados´ a entenderse. No hay más. Las dos partes están por la labor de llegar a un acuerdo para que el máximo goleador del equipo continúe defendiendo la camiseta verdiblanca.
Alexis, como principal responsable de la planificación de la plantilla, considera a su paisano una pieza fundamental en la ´operación retorno´ y está dispuesto a hacer un esfuerzo económico para paliar la rebaja salarial a la que se verá abocado tras el descenso.
Por su parte, el delantero, que ya ha rechazado ofertas económicamente mucho más poderosas, está feliz en
Sevilla, donde ha alcanzado el mayor nivel de toda su carrera profesional y está abierto a negociar.
Con las obligaciones contractuales que se derivan de la pérdida de categoría, ambas partes van a aprovechar para renegociar los términos de su relación. Desde el club se ha decidido que la fórmula ideal, no sólo con
Rubén, para evitar la relajación de los futbolistas es acudir a un contrato por objetivos.
Este mecanismo no es nuevo. De hecho, el del grancanario, que expira en junio de 2015, podría ampliarse automáticamente en función del número de partidos que juegue el próximo curso. Pero es, precisamente, esa incertidumbre, la que quiere evitar
Rubén Castro, que ha propuesto al club firmar un contrato por tres temporadas que no esté sujeto a variables como número de partidos, goles o, incluso, el ascenso.
A sus 33 años,
Rubén sabe que no podrá disfrutar del fútbol al más alto nivel más allá de esa fecha y quiere aprovechar la última gran oportunidad que se le va a presentar en su carrera. La ficha no es, en ningún caso, la principal preocupación del jugador, que lo que busca es garantizarse tres años de contrato. Esta propuesta, a priori, no convence del todo al
Betis, que busca alternativas que colmen las expectativas de su estrella sin comprometer al club con una contratación en esos términos. La predisposición de ambos hace entender que el acuerdo llegará.