Rubén Castro: una leyenda del gol que todavía no tiene límites

Rubén Castro ya es leyenda en el Betis. No en vano, su gol al Almería del pasado viernes le convierte en el máximo artillero verdiblanco de todos los tiempos, con un total de 95 dianas, una más de las que mantenían como ‘Pichichi’ a Manuel Domínguez desde 1953. Un récord que cayó, curiosamente, gracias a uno de los tantos con menos brillo de cuantos el canario ha firmado luciendo la elástica de las trece barras. A pase de Lolo Reyes, con un rotundo 0-4 en el marcador y un Benito Villamarín prácticamente vacío, el ‘24’ ni siquiera lo celebró, pese a que esa diana le convertía en el mejor de todos los atacantes que han pasado por la entidad en sus 107 años de vida.


Sea como fuere, tiempo tiene de sobra para lograr más goles que le quiten ese sabor agridulce y, de paso, hagan crecer su cuenta anotadora hasta límites insospechados. Sobre todo, porque Rubén está viviendo uno de los mejores momentos de toda su carrera. De hecho, sólo en su primera campaña como bético, la 10/11, llevaba más tantos a estas alturas. Entonces, el canario llegó al inicio de la jornada 16 con 14 dianas, una más de los 13 que lleva actualmente y que, curiosamente, igualan su bagaje anotador de toda la pasada temporada, en la que cabe recordar que se perdió prácticamente la mitad por lesión.


Y es que la voracidad del ‘24’ no tiene límites. Así lo demuestran sus números, que le permitirían pulverizar todos sus precedentes como verdiblanco. De hecho, lleva la media más alta de ‘chicharros’ por partido desde que llegó a la entidad (0,74) y teniendo en cuenta que es intocable en el once (sólo se ha perdido los primeros 74 minutos del partido ante el Almería) es presumible que el reto de ser el primer heliopolitano en lograr cien goles se le quede muy pequeño en breve. Basta para ello tirar de calculadora y caer en la cuenta de que si mantiene su progresión actual podría firmar 21 dianas más de aquí a final de temporada, haciendo que su total alcanzase las 34 (sería su récord personal tras las 32 de la 10/11) y su global como bético, las 116. Ese dato, unido a que su contrato no expira hasta junio de 2017, le da margen más que suficiente como para lograr una marca que resultaría prácticamente inalcanzable para cualquiera.


No obstante, y con independencia de lo que suceda a partir de ahora, Rubén tiene la tranquilidad de que ya ha llegado más lejos que nadie en Heliópolis, convirtiéndose en una auténtica leyenda cuya puntería comenzó a dar frutos allá por septiembre de 2010 sin que todavía tenga visos de querer parar.