El nuevo presidente del Real Betis,
Juan Carlos Ollero, se ha encargado de abrir la
junta general de accionistas. En su discurso, Ollero ha querido dejar claro su independencia y ha hecho un llamamiento a los béticos para que se recupere "
el Betis de nuestros padres".
Ollero ha comenzado su parlamento aclarando
por qué y para qué está en el Betis: "Estoy aquí porque me convocó en su momento la administración judicial, porque estoy seguro de mis capacidades y porque tengo todo el tiempo del mundo para dedicarme al Betis. He venido por el gusto de servir al Betis, no por ningún otro motivo.
Soy independiente, no me debo a nadie, no mantengo compromisos con nadie ni me muevo al dictado de nadie. Sólo reconozco estar sometido a la ley".
Además, Ollero ha trazado la línea a seguir para conseguir los objetivos: "El único propósito es
subir al Betis a Primera y sentar las bases para que así siga en el futuro. Será una administración exigente". Dentro de esta exigencia, el presidente no quiere excusas, sino mirar hacia adelante: "No miraremos artás ni para justificarnos, sólo miraremos al futuro.
El Betis no puede ser un campo de batalla de sus accionistas. El Betis necesita paz, continuidad, mostrarse como una institución que merece confianza, para los de dentro y los de fuera. El Betis será administrado por su presidente y órgano de administración".
Al dirigente bético no le ha faltado
la autocrítica: "A nadie se le oculta que la planificación deportiva no está dando los resultados apetecidos. Tenemos que corregirla. El Betis tiene todos los medios para hacerlo con tranquilidad y sin hipotecar su futuro". No obstante, ha mostrado su
compromiso para sacar los objetivos adelantes: "El Betis no necesita salvadores. No sabemos más o menos de fútbol que nadie, sino como cualquiera, pero sabemos que el conocimiento es la base del éxito. En el fútbol profesional, el conocimiento debe residir en la dirección deportiva, en la secretaría técnica y en los mejores entrenadores. Vamos a crear un buen grupo de profesionales a los que dar confianza".
Por último, ha hecho un llamamiento a la afición para recuperar el sentimiento bético de antaño: "Estuve en Palamós y allí comprobé el sentimiento del verdadero Betis, el de los años 50 y 60, es
el Betis de nuestros padres, el que no está contaminado. Pido a la afición humildemente que recobremos aquel Betis, que será la palanca del ascenso".