no de los jugadores cuyo futuro como verdiblanco está en el aire es Cristiano Piccini. El futbolista cedido por la Fiorentina se ha pasado gran parte de la temporada lesionado, por lo que en el seno de la entidad se debate si prorrogar su estancia o no. A su favor, los minutos de calidad que ha ofrecido. En contra, su extrema fragilidad.
Mientras se deciden, el jugador disfruta de los que podrían ser sus últimos días como heliopolitano tras la consecución del ascenso el pasado domingo ante el Alcorcón. "Es una sensación única, fantástica. Imagina 50.000 personas en el estadio animando. Una sensación muy fuerte. Estoy muy contento de haber podido jugar el partido del año después de una campaña con tantas lesiones", ha declarado el lateral a la web ´gianlucadimarzio.it´, donde añadió: "Esta victoria del ascenso me la dedico a mí mismo. He sufrido mucho este año, sólo yo sé cuánto. Tengo que dar las gracias a mis amigos y compañeros y sobre todo a los fisios del Betis. Hice un tratamiento en la cámara hiperbárica y reduje el tiempo de recuperación".
En cuanto a Pepe Mel, el carrilero admitió que le "gusta mucho cómo interpreta el fútbol". "En Sevilla es un Dios por todo lo que ha hecho", señaló, al tiempo que habló de su reencuentro con Macià, exdirector deportivo de la Fiorentina: "Cuando me vi con él nos dimos un abrazo. Hay una buena relación tras varios años. Puede hacer grandes cosas aquí".
Por último, el jugador habló sobre su futuro, incierto incluso para él. "De verdad que no sé nada. No sé si volveré a la Fiore o si iré cedido a otro club. Tampoco sé si seguiré en el Betis. La ciudad y la gente de aquí son magníficas", terminó.
Isabel Morales2 min lectura