El análisis del Betis-Real Sociedad

Magia, efectividad y resistencia numantina

Un servicio marca de la casa de Joaquín, un gol del ´de siempre´ y la fiabilidad del central alemán, claves.

Magia, efectividad y resistencia numantina
Prometedor debut de la ´torre´ germana. - Isabel Morales
Isabel MoralesIsabel Morales1 min lectura
Volvía Mel, tras la prueba del Bernabéu, al 1-4-4-2 asimétrico, con Joaquín y Portillo, en detrimento de Cejudo y Ceballos, en los costados; con Petros y N´Diaye en el doble pivote. Un eje tan destructivo exigía a las alas emplearse en labores de creación, pero la magia del portuense marcaba la diferencia, a lo que ayudaba, sin duda, el orden defensivo. Al Betis le bastaba con su fútbol para ser superior y marcharse al descanso por delante; pero, la torpeza de Petros obligó a Mel a cambiar el plan tras la reanudación.

Sacrificó a un delantero, Molina, para dar entrada a Ceballos. Lógico. Rubén pasó a ser la única referencia y el equipo se alargó. La inferioridad pasaba factura, pero tocaba apretar los dientes para tratar de aguantar el marcador. Westermann encarnaba la resistencia numantina en el monólogo realista. Junto a Adán, sostuvo a un equipo al que, por si fuera poco, las lesiones de Joaquín y Piccini le dejaron sin la poca verticalidad que le pudiese quedar.

Todo eso y los problemas del conjunto donostiarra de cara a portería fraguaron la primera victoria verdiblanca del curso.
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