Segunda victoria seguida de los de Mel

Rayo 0- 2 Real Betis: Heiko 'Beckenbauer' rompe el gafe de Vallecas

Los verdiblancos se imponen en Vallecas cuajando un partido perfecto atrás y son octavos.

Rayo 0- 2 Real Betis: Heiko 'Beckenbauer' rompe el gafe de Vallecas
Westermann saluda a los aficionados verdiblancos desplazados a Vallecas. - Isabel Morales
Isabel MoralesIsabel Morales6 min lectura
No quiso Mel forzar a Joaquín. El portuense había pasado toda la semana aquejado de un esguince de tobillo, por el que llegaba muy justo a la cita. Abandonó el 1-4-3-3 con el que se plantó en El Molinón para regresar al 1-4-4-2 habitual, con Cejudo y Portillo en los costados y Rennella y Rubén arriba. Petros y N´Diaye completaban un dibujo con el que el Betis buscaba abrir el campo ante un Rayo que, como siempre, acumulaba mucha gente por el centro
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Esto obligaba al conjunto verdiblanco a mover con velocidad la pelota para encontrar alternativas, y ser muy preciso en su circulación, para salvar las estrecheces del estadio vallecano. Eso debía combinarse con una presión adelantada que no permitiese a su rival tener la pelota, que es como se siente cómodo el equipo de Jémez. La teoría era sencilla, pero es que el Rayo tenía las mismas instrucciones. No en vano, son dos equipos con una filosofía muy similar y una eminente vocación ofensiva.

No tardaron, pues, en llegar las ocasiones, aunque fue Toño el que primero tuvo que emplearse a un centro de Piccini que se envenenó a los 6 minutos. Respondió el Rayo con una buena triangulación por la derecha a la que puso freno Westermann. Pero, la volvió a tener el Betis, esta vez, tras un error de Baena en la salida de balón que aprovechó Petros para poner en bandeja el gol a Rennella, que, en cambio, le pegó sin convicción ante el meta local.

Con todo, y pese al intercambio de golpes con más intención que precisión, al ecuador del primer acto parecía poco probable que se rompiera el equilibrio entre dos conjuntos que conocen sus virtudes y sus defectos a la perfección. Si bien, en ese momento hizo su aparición el ´Beckenbauer´ verdiblanco para guisarse y comerse una jugada al más puro estilo del mítico central del Bayern de Múnich, pues, además de iniciar una rápida contra desde su propio campo y, tras una apertura a la derecha para apoyarse en Rubén, Westermann remató cual delantero centro nato, el servicio del canario desde la derecha.

El gol del Betis bloqueó al Rayo, que no encontraba las vías de penetración y se limitaba a probar con servicios poco certeros desde los costados o algún disparo de larga distancia ante los que no tenía mayores problemas Adán. 

Tras el paso por vestuarios, Jémez sentó a Embarba, quien pese a la voluntad, no tuvo su día y dio entrada a Lass, para tratar de buscar más verticalidad.El guion no se alteró demasiado en el arranque del segundo acto. Las imprecisiones se mantenían. El Betis no veía peligrar su ventaja, pero cedía poco a poco el control de la pelota. Le costaba salir con el balón desde atrás, quizás porque el Rayo apretó en defensa. Sólo un nuevo error defensivo rayista, a la hora de partido, permitió al Betis abrir brecha en el marcador y tomar un poco de aire cuando los de Jémez más apretaban.

El oxígeno llegó tras un forcejeo entre Rennella y Rat a unos metros de la frontal del área de Toño. Cejudo se aprovechó de que el balón quedó suelto para asistir a Rubén que, en el segundo palo y solo, esperaba para hacer su cuarto gol de la temporada.

Aunque el 0-2 tenía tintes de sentencia, el Rayo no había dicho la última palabra. Los franjirrojos seguían teniendo el balón y ahora buscaban con ahínco a Manucho y Lass. Se volcaba el Rayo, que probó la atención de Adán, que respondió sin mayores problemas, como en el 72´, en una doble ocasión, en la que primero Lass, con un centro chut, y despés Rat, cercaron el área bética.

Pero, el Betis, inteligente y paciente, esperaba para cerrar el partido en cualquiera de las muchas desaplicaciones defensivas de los vallecanos. Y, a punto estuvo en el primer balón que tocó Joaquín nada más entrar en el campo, pero Rubén Castro, que acompañó el remate del gaditano, que había superado con suma facilidad a Toño, pensando que el disparo del portuense iba dentro, vio sorprendido cómo el palo repelía el esférico.

De ahí al final, se lució Adán a disparo de Rat, y Westermann salvó bajo palos un gol cantado tras un barullo en el área pequeña, todo ello, con un Rayo a la desesperada, que veía cómo se le escapaba el partido y se consumaba la segunda victoria consecutiva del Betis de la temporada.
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