Betis, feliç any nou!

Últimos retazos del año, hacemos balance de cómo nos han ido las cosas, reciclamos todo lo malo y brindamos por todas las cotas que hemos encumbrado. En opinión, el cómputo general este año en el Betis ha sido positivo. Ha habido luces y alguna que otra sombra.
Sin duda, el clímax del 2015 en verdiblanco se dio con el ascenso, que no dejaba de ser otra cosa que una obligación para el club. Y el ocaso de este año que finaliza fue el estrepitoso descenso del equipo, que firmó una de las peores campañas de su historia, una vergüenza. Entre ellas, un entrenador que estrenó al equipo en Segunda con la brújula algo desviada. Un giro de rumbo a tiempo, primero con una acertada decisión interina en la persona de un bético de verdad y profesional cualificado, Juan Merino. Y, a posteriori, firmando a la persona que hoy por hoy entiende mejor a este equipo, Pepe Mel. Jugadores bajo la sombra de la sospecha de unos supuestos amaños de partidos. Un proyecto de dirección deportiva, para mí, a largo plazo€ pero por lo menos hay un plan. Una marca acorde con la categoría de la entidad y de su masa social... Por supuesto, todo el trastorno judicial está bien que se esté peleando para plantear un futuro de mejores cimientos, pero le ha traído tanto desgaste a toda la afición que parece una broma de mal gusto que se esté eternizando tanto; el cuento de nunca acabar.
La entrada de savia nueva en la dirección del club y sus consecuentes promesas, equipo establecido en Primera y en pocos años peleando los puestos de privilegio en la tabla, las obras del estadio, comercializar la marca Betis de una manera más fructífera y, por descontado, en este mercado de invierno aligerar la plantilla y reforzarla en puestos concretos... Las cosas bien hechas. Esperemos que así sea.
Y, para cerrar el año, el Betis se juega hoy los puntos y lo imposible con el campeón de campeones, el Fútbol Club Barcelona. No es su liga, es evidente, pero los partidos no se ganan antes de empezarlos: hay que disputarlos. De cualquier modo, desde mi punto de vista el club heliopolitano empieza a hacer las cosas con coherencia en los últimos tiempos, esa pizca de cordura que tanta falta nos hacía. Betis, feliç any nou!