El Betis, bastante propenso a caer en lo más llano, afronta esta noche en el estadio de
Gran Canaria (22:05 horas, La1) un partido de esos que podría encuadrarse en la categoría de trampa por varios motivos.
El primero es que, hasta el momento, los de Mel sólo han perdido un partido lejos del
Villamarín (el de la segunda jornada contra el
Real Madrid en el Bernabéu). Sus números como visitante son de equipo
Champions (no así los locales, maquillados la pasada semana tras el empate ante el
Celta de Vigo). Esto sería positivo si no fuera porque esos 14 puntos firmados a domicilio son los que están manteniendo al equipo, con serios problemas para sacar los encuentros en casa.
También está el hecho de que a la vuelta de la esquina espera el derbi, el partido de los partidos, la cita que todo aficionado al fútbol sevillano tiene marcado en el calendario y que ansía desde antes incluso de que arranque la competición. El derbi lo impregna todo, lo contamina todo. Es inevitable. Y este desplazamiento no va a ser menos. El primero que no esconde esta trascendencia es el propio
Mel, que ha reservado a uno de sus mejores hombre,
Alfred N’Diaye, amenazado de suspensión, para poder contar con él el próximo fin de semana.
Y si la inminencia del clásico sevillano fuera poco argumento para alimentar el carácter de partido trampa de esta noche,
Las Palmas se presenta como colista desesperado a la cita. Sus urgencias por abandonar el farolillo rojo les convierten en un equipo impredecible.
Aun así, Mel, con los partidos de Copa del Rey ante el Sporting y el de Liga ante el Sevilla en mente, va a apostar por un once con hasta cinco posibles variaciones con respecto al que empató la pasada jornada, en el que no estarán, por sanción, ni
Dani Ceballos ni Bruno.
Adán, que ha viajado con el equipo después de superar la última prueba de control, podría regresar a la portería, en detrimento de
Dani Giménez. Lo lógico sería que
Pezzella, central diestro, sustituyera a Bruno en el eje de la zaga, pero otra opción factible es que Jordi
Figueras, zurdo, ocupase ese perfil y Westermann se desplazase a la derecha.
Mel también está pensando dar minutos a
Vargas para que vaya cogiendo la forma que ha perdido durante la lesión. Con
Varela, se repartirán los próximos partidos.
En el centro del campo, Petros y Xavi Torres compondrán el doble pivote, mientras que arriba se producirá otra de las variaciones más importantes, con el presumible regreso de Jorge Molina, autor del gol del empate ante el Celta, a la vanguardia junto a
Rubén Castro, cuya presencia en la isla es casi siempre sinónimo de gol. No en vano, allí ha marcado en cuatro de sus cinco visitas.
Cejudo y Joaquín completarían el once ante un Las Palmas al que no sólo le cuesta marcar, con Araujo en horas bajas y con problemas físicos, sino que además encaja con suma facilidad. El ‘efecto Setién’ parece haber perdido fuerza hasta quedar reducido a una mejora en el juego, que no tiene reflejo en los resultados.
Lejos de ayudar, las numerosas e importantes bajas con las que llega el equipo amarillo en defensa agravan más, si cabe, la situación del colista, que no podrá contar con
Aythami, sancionado, ni con Bigas y David García, que siguen lesionados. Setién está obligado a improvisar una defensa con Hernán y Garrido en el eje de la zaga, a la postre, una buena noticia para los verdiblancos.
La otra gran incógnita es si
Araujo saldrá de inicio o no. El delantero arrastra desde hace días molestias en la rodilla, que empeoraron el jueves. William José sería su sustituto en caso de no llegar.