Con Damiao sube la competencia para acompañar al punta en el ataque bético

Un socio para Rubén Castro

Un socio para Rubén Castro
Rubén Castro y Van Wolfswinkel se entendieron otra vez ante el Valencia. - E. G.
Enrique GarcíaEnrique García2 min lectura
Juan Merino ha apostado decididamente por jugar con dos delanteros. Una de las plazas es fija para Rubén Castro y por la otra la llegada de Damiao ha elevado la competencia.

De momento Van Wolfswinkel parte con ventaja. El holandés ha tardado en aclimatarse y encontrar el punto de forma que le haga ser competitivo, pero en los dos últimos encuentros ha sido decisivo ante el marco contrario.

En San Sebastián y en el Villamarín ante el Valencia encontró al hombre gol del Betis, Rubén, con dos asistencias que han supuesto las dos últimas dianas verdiblancas en la Liga.

A Van Wolfswinkel se le ve más participativo, haciendo esa labor de mediapunta que tan bien solía ejecutar Jorge Molina. El de Alcoy es el tercero en discordia por esa plaza en el ataque y en sus años en el Betis siempre ha demostrado que en las segundas vueltas ofrece mayor rendimiento y tratará de volver al once.

Contra el Valencia, Van Wolfswinkel no sólo participó en la finalización. También bajó a apoyar a los centrocampista para oxigenar y se zafó con los centrales del Valencia para bajar balones. De hecho, la jugada del gol nace de un control del holandés, que después combina con Rubén y Musonda para servir al corazón del área. Su tarea pendiente, aunque marcó en Copa, sigue siendo el gol. Contra el Valencia tuvo una ocasión clara y la estrelló en Ryan. La confianza ha de hacer que mejore su puntería.
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