Avisó
Merino durante la previa del partido que ante el Levante serían
Bruno y diez más los que saltarían al campo, y no mintió el linense. El central tinerfeño, junto a
Joaquín y Jorge Molina, fueron los grandes
cambios en el once verdiblanco con respecto al desastroso partido del Vicente Calderón, siendo Westermann, Cejudo y Fabián los sacrificados. Unas rotaciones en el equipo que no tuvieron el efecto esperado sobre el juego verdiblanco, viviéndose una
anodina primera mitad sobre el césped del Benito Villamarín en la que fue el Levante el que disfrutó de las ocasiones más claras. Como la que
desaprovechó Verdú en el minuto ocho, mandando fuera un balón franco ante Adán después de haberse quedado solo en el área tras una astuta maniobra de Casadesús. Y sería precisamente
Adán, en el 34', quien
evitaría el tanto granota, frenando un gol de
Medjani después de que éste cabeceara abajo un córner que acabó eludiendo el mejoreño con una mano providencial.
Una
aproximación de Rossi y un tiro forzado de Rubén Castro para el Betis habían sido, hasta el momento, las jugadas más destacadas sobre el césped de un Benito Villamarín que veía cómo su equipo no llegaba con facilidad a la portería defendida por Mariño, siendo Musonda, por la izquierda, quien más inquietaba al Levante, que se plantaba muy bien por detrás del balón cuando el Betis llevaba la iniciativa, frenando el juego de creación heliopolitano.
Tras el paso por vestuarios,
más de lo mismo. Un auténtico
tostón de partido que
Rubén Castro, en el 81', se encargó de desatascar en una de las pocas acciones en la que apareció. El canario, desaparecido durante gran parte del encuentro, cabeceó a gol un balón que le cedió Cejudo, que había sustituido a Molinero, tras una sensacional jugada de Charly Musonda que supuso el
1-0 en el marcador y que destapó la alegría en las gradas del Benito Villamarín, donde los béticos, incluso, ya se temían lo peor, puesto que en esos momentos era el Levante quien estaba jugando sus mejores minutos.
Hasta entonces, prácticamente nada, un centro de Musonda al área que Ricky no atrapó al adelantarse Mariño y un balón cruzado de Rubén Castro que se escapa por poco después de que Joaquín no llegara a tiempo en el segundo palo. Una nueva muestra de la
'Rubendependencia' del Betis, quien consiguió convertir en alegría un verdadero tostón de partido en el que se temió lo peor. Tres puntos de oro que alejan al Betis de los puestos de descenso y que dan prácticamente por salvado a un Betis que aún no puede agarrarse a las matemáticas pero que ve
la quema a nueve puntos de distancia. La salvación, virtualmente conseguida. Ficha técnica:
Betis: Adán; Molinero (Cejudo, m.69), Pezzella, Bruno, Montoya; N'Diaye, Dani Ceballos; Joaquín (Portillo, m.79), Musonda; Jorge Molina (Van Wolfswinkel, m.58) y Rubén Castro.
Levante: Mariño; Pedro López, Medjani, Navarro, Juanfran; Simao (Deyverson, m.85), Verdú, Camarasa (José Mari, m.76), Lerma (Morales, m.78); Víctor Casadesús y Rossi.
Gol: 1-0, M.81: Rubén Castro.
Árbitro: Eduardo Prieto Iglesias (Comité Cántabro). Amonestó a los locales N'Diaye (m.35), Musonda (m.70), Bruno (m.80) y Cejudo (m.92) y a los locales Juanfran (m.89) y José Mari (m.94).
Incidencias: Partido de la trigésima segunda jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Benito Villamarín ante unos 37.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.