Salvador Agra: "Volvería con los ojos cerrados"

Salvador Agra (Vila do Conde, Portugal, 11-11-91) perteneció al Betis durante tres temporadas, aunque apenas jugó seis meses en el equipo verdiblanco. Pese a ello guarda un gran cariño a la entidad y vuelve a Sevilla siempre que puede. Esta temporada se ha salido en el Nacional de Madeira donde ha anotado 13 goles y ha dado 14 asistencias en 41 partidos. Atrás queda el joven futbolista que llegó a la entidad verdiblanca y se quedó sin oportunidades "de repente y sin explicaciones". "Ahora soy hombre", señala un jugador que tiene la espina clavada del Betis.

-Ha hecho una temporada excepcional en Portugal.

- Sí. Ha sido un año muy bueno para mí. La mejor temporada de mi vida. Cuando las cosas salen así uno se siente muy contento. Feliz. Agradezco mucho la confianza que me han dado en el club y también a mi familia, a mis amigos y a mi novia.

- ¿Qué ha cambiado este año?

- Creo que nada especial porque yo siempre he creído en mí. Este año me han dado confianza. Tomé la decisión de dar un paso atrás para poder dar dos al frente y me ha salido bien.

- Algo habrá cambiado aquel chico que llegó al Betis.

- Siempre he sido igual. También cuando estaba en el Betis. Desde que llegué me he sentido muy querido allí. Luego hay cosas que no se explican. Creo que no pusieron la confianza en mí para que me fuera mejor allí. Pese a ello, sólo tengo buenas palabras para el Betis. Es un club en el que me gustó mucho estar y la afición del Betis es la mejor que he tenido en mi carrera. Hice muchos amigos en Sevilla, sobre todo en la directiva, que quería que me quedara y que siempre estuvo a mi lado. Pero necesitaba jugar.

- ¿Cree que el salto le vino pronto? ¿Cambiaría algo?

- Pienso que al principio fue bien. Empecé jugando. Fui titular al comienzo de la temporada y luego creo que por ser joven el entrenador quiso que la cosa fuera despacio. Me quedé fuera de la lista en el derbi contra el Sevilla. Al siguiente partido jugué contra el Madrid y pensé: "Bueno, está bien". Pero al siguiente partido ni calenté. Necesitaba minutos y me fui cedido a Italia.

- Y ya no volvió a jugar más con el Betis después de enlazar varias cesiones.

- Esto que voy a decir lo digo de verdad: llevo al Betis en el corazón. Si me dices de volver al Betis mañana, firmo con los ojos cerrados. Lo haría todo diferente para mejorar. Pero eso ya es pasado, hay que mirar al frente.

- ¿Qué es lo que cambiaría?

- Creo que algunas personas no confiaron en mí. Estaba jugando y de repente dejé de hacerlo. Me quedé fuera.

- ¿Se refiere a Pepe Mel, el entrenador que tuvo cuando jugó en el Betis?

- Habría que preguntarle a él por qué dejé de jugar. Yo incluso llegué a tener una charla con él porque era joven, tenía 20 años, y estaba solo en Sevilla. Me dijo: "No te preocupes, eres joven, no puedes llegar aquí y pensar que puedes jugar todo". Intenté aceptarlo, pero pienso que tengo una deuda pendiente con el Betis.

- ¿Lo pasó mal? ¿Llegó a arrepentirse de fichar por el Betis?

- Arrepentirme, nunca. Le di muchas vueltas, por las noches cuando estaba solo. Qué podía hacer. Siempre he tenido un gran respeto por el Betis, su afición y los compañeros.

- Mantiene relación con esos compañeros.

- Sobre todo gente como Nélson o Paulao. También Rubén Castro. No me dejaron caer. Rubén nunca me dejó solo. Me llamaba muchos días para que me fuera a su casa. Es una gran persona. Además de ser un jugador muy reconocido en el Betis y en España es muy buen tío. El Betis le debe muchas cosas a Rubén. Para mí es top.

- Ahora es mucho más maduro.

- Sí. Cuando llegué allí era un niño y ahora soy un hombre. Sé lo que pasa en un equipo, dentro y fuera del campo. Lo que se mueve.

- ¿Cuál es su mejor recuerdo del Betis?...

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