La plantilla del Betis se ejercitó en la tarde de este viernes en el Estadio Benito Villamarín, una vez que la expedición regresó de La Coruña, ciudad a la que se desplazó el jueves para disputar un partido de LaLiga Santander ante el Deportivo que fue aplazado por problemas de seguridad por el temporal.
Los verdiblancos, tras hacerse oficial la suspensión por los destrozos sufridos en la cubierta de Riazor, retornaron a Sevilla en vuelo chárter a las 15:30 horas. Ya en el Aeropuerto de San Pablo, el equipo se desplazó directamente al Coliseo de La Palmera, donde su entrenador, Víctor Sánchez del Amo, dirigió una sesión preparatoria a puerta cerrada para paliar la falta de trabajo. Fue la última de la semana, pues los profesionales béticos descansarán sábado y domingo para volver el lunes.
En este entrenamiento no participó Zozulya, pese a encontrarse ya en la capital hispalense, mientras que Piccini, Donk, Joaquín, Felipe Gutiérrez y Sanabria trabajaron aparte para afianzar sus recuperaciones. Por ende, Víctor Sánchez del Amo recurrió a dos futbolistas del filial y a cinco del primer equipo juvenil para completar dos equipos y desarrollar un partidillo que hiciera más amena la improvisada jornada.
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